Algunas personas se sienten “seducidas” por publicar su obra en editoriales de Buenos Aires. Suponen que van a vender muchos ejemplares. Pero el sistema de circulación comercial “tradicional” del libro en esos casos es engañoso. Las grandes editoriales tienen cooptado el mercado. (Por lo general, los autores –y menos del interior– no son muy conocidos). Estas grandes empresas “inducen” no sólo la dinámica del mercado sino la “elección, el recorrido lector” (forman un lector acorde a sus intereses y a su lógica comercial).
Cuadernos del Duende fue creada en Jujuy, el año 2003 (ya ha publicado más de 150 títulos de autores jujeños), con el fin de acompañar a los autores locales en el trayecto de “construcción” de una obra. Creemos que lo esencial es que el autor/a “ponga el cuerpo”, es decir acompañe al libro en presentaciones, ferias, congresos, incluso en la venta personalizada. Creemos que así el autor (acompañado por Cuadernos del Duende) irá consolidando un trayecto más fortalecido (y de circulación más vital del texto, con una interacción más dinámica con el público). La obra llegará, así, a las librerías con un lector ya “creado”, fortalecido, activo, convergente. Apostamos a una “obra posicionada en la región (NOA)” para luego poder aspirar a una trascendencia nacional o internacional. Rápidamente el autor recuperará el dinero invertido (incluso con ganancias) y se preparará para la próxima obra. Así, el autor/a se ACERCARÁ más al lector/a.
Una demanda constante de docentes locales de los distintos niveles educativos es la obra de autores regionales. Las llamadas “editoriales nacionales” (más allá de dos o tres autores y dos o tres títulos) no editan autores jujeños o salteños, etc.; porque –dicen– “no son rentables”. En realidad lo que encarece el costo del ejemplar es la infraestructura y la cadena de intermediarios. Nuestra propuesta es –si se quiere– más artesanal, pero más efectiva y cercana desde el punto de vista de la retórica literaria y desde una economía de precios justos tanto para el autor como para el público lector.
Con este método no sólo ayudamos al autor y al lector, sino que fortalecemos el patrimonio literario local. Y el empoderamiento de la literatura y la lectura pasa a ser colectivo, constructor de idiosincrasia.