Las ingenieras y los ingenieros sostenemos nuestro conocimiento en las ciencias exactas. Esto incluye términos, expresiones y definiciones que hacen a la mejor comprensión de los hechos y fenómenos que deseamos describir. Como ejemplo los ingenieros estructuralistas o calculistas corrigen cuando algunos definen a las estructuras o construcciones como antisísmicas y se encargan de aclarar que el termino correcto es construcciones sismorresistentes de tal manera que no se cree una idea que no se corresponde con la realidad o lo que puede suceder.
En los últimos tiempos, hemos escuchado reiteradamente hablar del cambio de la matriz energética y el cambio de la matriz productiva, por parte de colegas y funcionarios que en la intención de transmitir una acción de gestión lamentablemente incurren en el uso incorrecto de los conceptos.
El primero, la matriz energética, es una representación cuantitativa de la totalidad de energía que utiliza un país, e indica la incidencia relativa de las fuentes de las que procede cada tipo de energía: nuclear, hidráulica, solar, eólica, biomasa, geotérmica o combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón.
En la mayoría de los Países del mundo la producción de energía se realiza en base a combustibles fósiles (petróleo y gas), salvo algunas excepciones como China (carbón), Francia (nuclear), Canadá y Brasil (hidráulica), y en nuestro país, que no dista mucho del resto del mundo, hasta principios del año 2019, esta matriz energética se componía de un 84,2% por uso de hidrocarburos como gas (53,2%) y petróleo (31%), Hidráulica (4,6%), Nuclear (2,5%), Carbón (1,6%) y otras entre las que se encuentran las Renovables, como la solar, eólica, biomasa y geotérmica con un (7,1%).
Por otro lado, de acuerdo al Informe Mensual de Junio del 2020, CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A.) registra para dicho mes del año la producción de energía en Argentina con: Térmica 59%, Hidráulica 24%, Nuclear 8% y Renovable 8%, con un avance de la Renovable y en particular la participación de la solar con un aporte de 440 MW, del total de la Potencia Instalada que es de 40212 MW, lo cual es muy alentador, aunque todavía lejos de los objetivos planteados por la Ley 27191. Lo que muestra que la Matriz energética no es estática, evolucionan con la dinámica del avance de la tecnología y las decisiones políticas en materia energética de cada País.
En cuanto a la Matriz Productiva, el mundo académico la define como ´´la promoción del paso de un esquema primario exportador y extractivista a uno que privilegia la producción diversificada y eco eficiente así como los servicios basados en los conocimientos y la biodiversidad´´ (Instituto de Economía de la Universidad de San Francisco de Ecuador), desde donde la economía política establece cálculos matemáticos para conocer y determinar la matriz Insumo- Producto de una región, teniendo en cuenta la incidencia en el Producto Bruto, la generación de empleo y la sostenibilidad en el tiempo.
Por esto es, que valorando positivamente la incorporación de una nueva actividad productiva como lo es la generación de energía fotovoltaica en Jujuy con el Proyecto Cauchari I,II,III, es por lo menos apresurado cuando no equivocado hablar del cambio de la matriz productiva de la provincia. Solo para hacer una comparación que ayude a entender, Cauchari tiene 300 MW de Potencia Instalada, la más importante producción de energía solar de Sudamerica, pero resulta ser el 0,75 % de la producción energética de Argentina y en el mejor de los casos el 10% del total de la Renovable.
En la Argentina, el impulso que tienen las Energías Renovables desde la Ley 26190 ha dado sus frutos y Jujuy, se ha posicionado en el contexto internacional con una proyección de llegar a 500 MW con lo que seriamos la provincia con mayor producción de energía Solar. Aunque no se puede desconocer que el Plan Estratégico 2018-2022 de YPFEE, muestra que la empresa que tiene 51 % de capital nacional, prevé una inversión de 2.000 millones de dólares, en este periodo duplicando la potencia instalada de 1300 MW en proyectos de Renovables y Térmicas, donde el Parque Eólico Manantiales Behr (el más grande de la argentina) y las tres centrales térmicas una en Tucumán y dos en Loma Campana parecen ser prioridad, lo que sumado al Proyecto Cañada León en Santa Cruz parece ser la orientación de hacia dónde van las inversiones en esta materia.
Otro capítulo representa Vaca Muerta, donde diversas potencias están interesadas en invertir en una de las formaciones geológicas de shale más grandes del mundo (con gas y petróleo no convencionales). Para el caso del gas el Decreto 465/2019 convoco a una licitación pública para construir un gasoducto desde la cuenca neuquina hasta Bs.As y el Litoral, con la proyección de abastecer el mercado de Brasil y conectarlo con el sistema de transporte nacional lo que permitirá abastecer de este gas al NOA, para reemplazar el que proviene de Bolivia. La crisis económica que genero la pandemia del Coronavirus y la discusión de una nueva ley de incentivo a la producción ha puesto esto en stand by pero todo indica que de concretarse, en los próximos años muchos de los proyectos energéticos se volcarían indefectiblemente al gas ya que el costo y el volumen disponible (802 billones de pies cúbicos) de este en Vaca Muerta lo haría muy competitivo, siempre y cuando se resuelvan las restricciones de infraestructura de transporte.
Entonces, tratando a las cosas por su nombre, por ahora los ingenieros podemos hablar de diversificar la matriz energética, teniendo siempre presente que esta es un insumo indispensable y estratégico de las actividades productivas o de incorporar actividades a la matriz productiva, pero de ninguna manera hasta tanto estadísticamente sea comprobado, de CAMBIO, ya que en ninguno de los casos con la información y los datos que se dispone hay evidencia o registro que esto sea así.
FUENTES. Balance de Gestión 2016/2019, Secretaria de Energía de la Nación, Informe Anual CAMMESA, Informe Mensual CAMMESA, Pampa Energía.