Agenciarse el teléfono y mail del Editor
Contactarse con el mismo a los fines de pedir presupuesto para transmitirlo a sus compañeros de publicación
Mientras tanto avisar al grupo de publicantes que vaya eligiendo sus trabajos para poderlos enviar al Editor a los fines de diagramar la obra.
Solicitar a los mismos y al docente ideas sobre el título de la obra
Recibir el presupuesto en PDF abrir y leer con detenimiento, sobre todo la cifra final a los fines de:
Dividirla entre la cantidad de publicantes, que oscilan, que se prenden que no se prenden según deshojan la margarita
Tiene que comunicarse con el profesor que de acuerdo al estado de ánimo que lo embarga en ese momento decide recibir él los trabajos, de lo cual obviamente se arrepiente en cualquier momento y decide que usted recibe los trabajos, cosa que usted dijo al comienzo y él indignado dijo ¡no, a mi me mandan los trabajos!
Da las pautas que usted conoce de memoria calibri 12, interlineado de 1,5 , alineación justificada para la prosa, alineado a la izquierda para la poesía, con nombre y apellido, y en Word, un solo documento con todos los trabajos , cosa que usted ya hizo por lo menos 6 veces antes y lo hizo bien.
Apurar a los publicantes que no mandan sus trabajos y apurarlos para que cumplan con las nuevas reglas que puso el Editor
¡El Editor! Todo un tema.
Manda el presupuesto por pedazos, y siempre usted tiene que caer con la noticia que de debe un pequeño monto de xxx, lo cual es un incordio para juntar o transferir, mil veces le dijo que sume todo, ¡pero no! Suma lo que quiere, a veces suma de movida la inscripción en derechos de autor, a veces no, a veces suma todo su trabajo más la imprenta, a veces no, eso depende del grado de locura con que se levante.
Y después le dice pero te lo dije, la inscripción era 20000 $ (supongamos) y usted se niega y él le reenvía un mensaje donde detalla , armado, tanto, imprenta tanto, derechos de autor tanto y usted espera que haya sumado todo pero ¡no¡ eso no sumó y usted debe tener la bola de cristal para saber que no lo hizo y cuando el monto no es el que él debería haber puesto y no puso cuando se le informa que se le abonará tanto pone un emoticón ese dedito que indica hacia arriba y pregunta ¿y esto que es? Y usted le responde lo que te tenemos que pagar y él dice ¡no! Y pone otro emoticón el del que se tapa los ojos y usted le dice ¡me queres enloquecer!
Y entonces se digna a mandar todo sumado y a decir que se vence en dos días el plazo para congelar precio que ahora no se paga en dos partes sino en una y usted lo quiere asfixiar con sus propias manos.
Los publicantes hacen el esfuerzo de acercar los viles dinerillos para pagar al editor, no todos claro, siempre algún rezagado debe ser motivado con mensajitos primero cariñosos y después menos.
Debe seguir pidiendo ¿los trabajos por favor!
Finalmente le envía al docente el documento único con los trabajos de todos para que lo lea y una vez que ha dado el visto bueno pasa el documento al Editor, que desde que usted lo apalabro le manda mensajes ¿y los textos? Y usted responde ya te los mando los estoy juntando y luego ¿y los textos? Y asi, con tantas repeticiones conmo entren en el tiempo de espera, hasta que usted le manda los textos.
Después viene el diseño de tapa y perseguir a la persona que hará el prólogo para que lo entregue. caso contrario el Editor, recurre al mismo sistema que usa con los trabajos, ¿y el prólogo?, ya te lo mando esperá que me lo entreguen — ¿y cuando te lo van a entregar? Y asi sucesivamente.
Ahora viene la corrección
Editor—ahí te mando la primera galera leela y devolvemela, ya se la pasé al profesor.
El profesor creo yo, a veces la lee, a veces dice está bien, a veces se le ocurre pasarla al grupo y decir lean todos y hagan las correcciones que quieran y la devuelven, cosa que por supuesto nadie hace ni siquiera lee sus propios trabajos, y creo yo, que hay algunos que esperan que haya un error para quejarse y despotricar cuando la publicación esté hecha.
La cosa se complica cuando se llegan a 4 o 5 galeras, usted está estúpido de tanto leer lo mismo y ya no entiende nada y si hay errores los saluda porque no los ve ni aunque den saltitos en la hoja.
Y el índice es otro tema, a veces se chispotea el Editor y alguno no aparece en el índice y de acuerdo a quien sea no pasa nada o se arma la trifulca, que se la arman a usted que lo único que hace es posibilitar la impresión de un libro.
Mientras tanto tiene que lidiar con la ansiedad del docente, que apenas escucho “vamos a publicar” inició trámites con instituciones acordes para tener fecha de presentación del libro.
A usted se le ponen todos los pelos de punta porque sabe que la fecha conseguida por el docente es anterior a la fecha de entrega del libro.
Y comienza la presión—¿cuándo entregan los libros? Mensaje del docente, usted dice —te dije que no pongas fecha hasta que sepamos exactamente cuándo nos entregan
El docente sordo a su mensaje continúa —tenemos fecha para tal día, el Editor, que acaba de recibir trabajos atrasados, vaya a saber uno por que no se entregaron a tiempo, y protesta como un chino, asegura que la impresión se atrasará por culpa de esos trabajos que no sabe adonde meterlos porque el diagrama del libro está listo, entonces usted dice —¡no los incluyas y que se haga agua el picolé!
El docente ya cambió dos veces la fecha de presentación no sin presionar por la fecha de entrega de los libros.
Finalmente, la obra está publicada
Ahí todos están contentos
Menos los que entregaron tarde y no están sus trabajos, los que encuentran un error en la presentación y los permanentemente disconformes que no necesitan terapia sino un exorcismo.