El complejo proceso que vivió Bolivia a lo largo de los últimos años y que desembocó en la aprobación de una nueva Constitución PolÃtica del Estado (CPE) dejó abiertas varias incógnitas cuya resolución -en el plano institucional- quedarán en buena parte en manos de la recientemente electa Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), donde el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) cuenta con 2/3 propios tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores.
1. El proceso constituyente: logros y dificultades
En la historia contemporánea de Bolivia, los diversos textos constitucionales aprobados han sido el producto y el reflejo de los acuerdos y los conflictos polÃticos propios de cada momento. El Estado boliviano promulgó su primera Constitución en el año de 1826 (uno después de su Independencia) sobre la cual -más allá de algunos cambios menores- se realizaron reformas sustanciales -o aún, re-escrituras totales- en los años 1831, 1938, 1967, 1994 y 2008.
La nueva Constitución PolÃtica del Estado (CPE) -refrendada mediante votación popular el 25 de enero de 2009 y sancionada por el Ejecutivo el 7 de febrero de ese año- es el fruto del complejo proceso histórico, polÃtico y social, vivido por este paÃs a lo largo de la última década, con la diferencia sobre las anteriores que ha tenido un carácter refundacional.
Recordemos que la Asamblea Constituyente (AC) nace el 6 de agosto de 2006, luego de la elección de asambleÃstas en julio, en un contexto de polarización polÃtica, marcado por fuertes reivindicaciones de cambio de vastos sectores (y por las consecuentes resistencias de algunos otros). Con la amplia participación de sectores sociales históricamente relegados -en especial, campesinos e indÃgenas- su instalación en la ciudad de Sucre estuvo acompañada por grandes esperanzas y por un clima de entusiasmo colectivo. Sin embargo, muy pronto sus labores se vieron dificultadas por las tensiones generadas por los mismos conflictos, presiones, pasiones y demandas que le dieron origen.
Pese a estas altas expectativas, pronto la AC quedó envuelta en las luchas cruzadas de diversos sectores en disputa, lo que la llevó al estancamiento. A lo largo del año 2007, el problema de la âcapitalidad plenaâ levantada como bandera por los grupos cÃvicos de Sucre (opositores a Evo Morales) -frente a la continuidad de La Paz como efectiva sede de gobierno- provocaron severas tensiones que desembocaron en la virtual paralización de sus sesiones a fines de ese año.
Durante los últimos dÃas de noviembre de 2007, en un escenario signado por la violencia y tras la apurada aprobación âen grandeâ de un texto constitucional cuestionado por los adversarios de Morales, las sesiones fueron trasladadas a Oruro (un territorio más favorable al oficialismo), en un intento desesperado por salvar a la Constituyente del naufragio. En ese conflictivo escenario, un texto constitucional âno exento de contradicciones e incoherencias- fue apresuradamente aprobado âen detalleâ en diciembre de 2007, sin la cantidad de votos necesarios y sin la presencia de los asambleÃstas de la oposición, con un Tribunal Constitucional disuelto y por ende paralizado por lo que se impuso el imperio de los âhechosâ.
A partir de entonces y por espacio de casi un año, la Constitución quedó archivada y el escenario polÃtico boliviano presagiaba que difÃcilmente podrÃa ponerse en práctica. Sin embargo, una serie de acuerdos polÃticos plasmados en el seno del Congreso entre el oficialismo y los sectores de la oposición más proclives al diálogo, posibilitaron en octubre de 2008 la inclusión de algunas de las demandas de estos últimos. El texto consensuado ây parcialmente modificado- por el Parlamento fue, finalmente, sometido a referéndum y aprobado a principios de 2009 por una fuerte mayorÃa popular con lo que virtualmente se convalidara los âhechos âreferidos.
2. El nuevo Estado Plurinacional: un rompecabezas por armarse
Con la puesta en vigor de la nueva CPE, se abre una etapa no menos compleja: la de la creación de nuevas instituciones y la de una profunda transformación de las ya existentes. Por eso, cabe esperar que a lo largo del año 2010 la estructura polÃtico-institucional boliviana siga experimentando cambios sustanciales.
Ya en su primer artÃculo la nueva CPE caracteriza al Estado boliviano, incorporando conceptos novedosos como los de âautonomÃaâ y âplurinacionalidadâ, entre otros: âBolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomÃas. Bolivia se funda en la pluralidad y el pluralismo polÃtico, económico, jurÃdico, cultural, lingüÃstico, dentro del proceso integrador del paÃsâ.
El peso mayor de esta tarea transformadora recae sobre la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) -cuyos miembros emergieron de las elecciones generales del 6 de diciembre de 2009- que inició funciones en enero de 2010. La ALP cuenta con un plazo de 180 dÃas impuestos por la propia Constitución âde los cuales ya han transcurrido cerca de 90- para debatir y aprobar alrededor de cien leyes fundacionales de la Bolivia Plurinacional y Autonómica, entre otras las más importantes a mi criterio serÃan las siguientes sin que el orden sea imperativo ni genere importancia entre las ennumeradas.:
a.-La Ley Marco de las AutonomÃas y Descentralización
Esta Ley deberá regular el procedimiento para la elaboración de los Estatutos autonómicos departamentales, âla transferencia y delegación de competencias, el régimen económico financiero y la coordinación entre el nivel central y las entidades territoriales descentralizadas y autónomasâ
Además deberá compatibilizar la vigencia de cuatro autonomÃas eventualmente âsuperpuestasâ en un mismo territorio. Estas son: autonomÃas departamentales, autonomÃas regionales, autonomÃas municipales y autonomÃas indÃgenas. Indudablemente la discusión mayor será sobre el alcance de cada una de ellas.
b.-La Ley del Ãrgano Electoral Plurinacional, por la que debe establecerse un Ãrgano Electoral independiente del poder Judicial. Se constituirÃa, en los hechos, en un âcuarto poderâ del Estado. Estará formado por 7 miembros de los cuales, al menos 2, serán de origen indÃgena. La Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) designará a 6 de ellos por mayorÃa de 2/3 mientras que el restante será nombrado por el Poder Ejecutivo, según establece la CPE.
A este nuevo Poder definido por Constitución le corresponde la aprobación de una nueva Ley de Régimen Electoral que reemplace a la actual Ley N° 4021 del Régimen Electoral Transitorio, que regulara los comicios generales del 6 de diciembre de 2009 y en las municipales y departamentales del 4 de abril de 2010.
c.-La Ley de Deslinde jurisdiccional:
El proceso constituyente rompe el monismo jurÃdico en virtud del cual hay una pirámide invertida por la que se determina la prelación de las normas tal como lo sostiene el artÃculo 31 de nuestra Constitución Nacional. En Bolivia, la nueva constitución genera dualismo al darle a la justicia ordinaria y a la justicia originaria la misma entidad jurÃdica, pero la constituyente en su trámite casi forzado no alcanza a precisar cuál es el alcance de la justicia ordinaria y cuál el de la originaria. Y esta determinación es trasladada como función de la Asamblea Legislativa Plurinacional la que tendrá la no fácil y menuda tarea de realizar el âdeslindeâ entre ambas.
AsÃ, la función judicial será compartida entre la jurisdicción ordinaria -basada en los principios generales del derecho- y la indÃgena originario campesina -bajo la aplicación de principios, valores, normas y procedimientos propios de las diversas comunidades indÃgenas.
La Ley de Deslinde Jurisdiccional tendrá entonces la complejÃsima tarea de establecer claramente la jurisdicción y competencia entre una y otra.
d.- La Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional -que reemplazará al actual Tribunal Constitucional- será el órgano que ejercerá el control de constitucionalidad. Si bien su composición, organización y funcionamiento deberán ser determinados por la Ley, la CPE establece que entre sus magistrados -elegidos por sufragio universal- deberá haber representantes del sistema ordinario y del indÃgena originario campesino.
A mayor abundamiento es necesario recordar que en el plano territorial Bolivia se organiza en departamentos, municipios y territorios indÃgenas originarios campesinos. El espinoso asunto de la autonomÃa departamental ha sido una vieja reivindicación del Oriente boliviano, bajo el liderazgo del departamento de Santa Cruz de la Sierra. Estas demandas, con frecuencia, han chocado contra un Estado nacional centralista y andinocéntrico.
3. Un futuro lleno de desafÃos
La nueva CPE boliviana introduce cambios fundamentales en la forma de gobierno y en la estructura del Estado. En un paÃs como Bolivia, con una tradición unitaria y centralista ây con una fuerte cultura presidencialista- el ejercicio de las autonomÃas introducirá cambios importantes en las actuales entidades territoriales que producirán efectos sobre la distribución del poder entre el gobierno central y los gobiernos departamentales, municipales e indÃgenas. La implementación del régimen de autonomÃas no estará exenta de riesgos y requerirá de acuerdos de coordinación y cooperación entre los diferentes sectores involucrados.
A lo largo del año 2009, en esta primera etapa del proceso post constituyente, Bolivia superó con éxito dos grandes desafÃos: la formulación de un nuevo registro electoral (el padrón biométrico) y la implementación de voto de los ciudadanos bolivianos residentes en el exterior (Argentina, Brasil, España y los Estados Unidos)..-
A partir del 2010, la agenda plantea otra serie de desafÃos para fortalecer la institucionalidad de esta âdemocracia de alta densidadâ.
En sÃntesis, la realidad polÃtico-jurÃdica que plantea la actual Constitución boliviana se encuentra actualmente en pleno proceso de construcción con los desafÃos y riesgos que conllevan tan sólo el tratamiento de las leyes antes referidas, para no entrar a mayores profundidades, que excederÃan con creces el marco de estas lÃneas.
Corresponde a los diferentes actores polÃticos y sociales bolivianos el desafÃo de, mediante el diálogo y la búsqueda de acuerdos, delinear una nueva arquitectura institucional establecida por la Nueva Constitución PolÃtica del Estado Plurinacional.
*Embajador argentino ante el Estado Plurinacional de Bolivia.
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