En una fuerte autocrÃtica partidaria aseguró Rozas en la radio que Argentina no tiene destino âculpa de una clase dirigencial que es de cuartaâ; sostuvo que los otros opositores no tienen más estructura que la que les da la instalación mediática y, hablando de su partido, se entusiasmo vislumbrando una recuperación que -advirtió- debe potenciarse con la gran renovación de los cuadros en el orden nacional y el ejercicio de una transparente y decidida oposición. Si bien esta entrevista tuvo lugar antes del âCongreso Ideológicoâ, nos pareció que la vigencia de los contenidos, merecÃa su publicación.
-La UCR está generando actividades que hasta hace no mucho tiempo no se intentaban y recuerdo que en su última visita -hace unos meses- habÃa mucha apatÃa ...
-Ratifico tu visión de hace unos diez meses, donde venÃamos de una de las crisis más profundas que haya vivido el Radicalismo en sus 113 años de vida. Creo que fue la peor crisis porque estuvo vinculada a la falta de consenso y a la falta de credibilidad, que eso nunca antes habÃa pasado en el Radicalismo. Hubo crisis, por ejemplo cuando se produjo la ruptura en el â57 en la Convención de Tucumán, que se generó la Unión CÃvica Radical del Pueblo con BalbÃn por un lado y Frondizi con la Unión CÃvica Radical Intransigente por otro, pero la crisis no estaba desatada porque no eran confiables BalbÃn o Frondizi. Cuando nos fuimos en el â66 con el golpe de Illia, todos los radicales nos seguimos sintiendo orgullosos de que quienes hicieron el golpe para destituirlo, era porque respondÃan a intereses antinacionales. Esta vez nos fuimos del Gobierno prácticamente pedido por la sociedad y además en una crisis donde estaba inmersa casi toda la dirigencia. Entonces, cuando diez meses atrás, veÃa encuestas nacionales era como que la UCR habÃa desaparecido del imaginario colectivo. En cambio ahora, si ves las encuestas, si bien es cierto que nos falta mucho, pero ha vuelto al imaginario la presencia radical. Creo que estamos por buen camino, tenemos que reafirmar el sentido profundo de la renovación y un rol opositor claro, nÃtido y lógico.
-Lo escuchaba a Ud. y al senador Picheto en el programa A Dos Voces, dos hombres inteligentes, rápidos, pero enroscados discusiones sin salida y pensaba qué terrible que en la Argentina no se puedan sentar peronistas y radicales a ver qué se hace con el paÃs.
-En mi óptica, los primeros meses de la presidencia de Kirchner, hay que reconocer que el radicalismo tuvo un acompañamiento casi pleno y total a la gestión. Creo que Kirchner, que tuvo gestos importantes en esos primeros tiempos, empezó a equivocarse. Está a tiempo de rectificarse; sÃ, está a tiempo. Por ejemplo esto de no abrir el diálogo con los partidos polÃticos, no para que hablemos sobre polÃticas de gobierno diarias y cotidianas. Digo que el presidente nos debe llamar para que conversemos sobre polÃticas de Estado. Kirchner no me puede obligar a mà ni a ningún argentino a debatirsobre polÃticas que excedan su mandato; si quiere hacerlo, nos tenemos que sentar a la vuelta de una mesa los dirigentes de todos los partidos. Por lo tanto, no quiero hacerme responsable de una cuestión que añoro, como vos, que alguna vez nos podamos poner por encima de nuestras individualidades partidarias a hablar en serio de qué proyecto de paÃs queremos. Pero la sensación que tengo es que Kirchner no quiere definir polÃticas de Estado, ni quiere definir programas de mediano y largo plazo. Lo que quiere es que nos encolumnemos todos detrás de una especie de movimiento kirchnerista y yo estoy para conversar sobre el futuro de Argentina, pero no estoy decidido a abandonar la UCR para sumarme al Kirchnerismo, que es un invento. Voy a creer en ese âmovimientoâ y en la transversalidad, cuando él renuncie al PJ, porque si hoy me sumo al Kirchnerismo, me estoy sumando al Peronismo. Es una picardÃa. Entonces, si hay gente que cae en las redes de su picarÃa, que caiga. La UCR que yo estoy conduciendo, no va a caer en esas redes. Ahora, quedate tranquila, si Kirchner rectifica su rumbo y mañana nos quiere llamar a los radicales y a los otros partidos, si invita a todos y no va nadie, la UCR irá, porque tampoco le haremos el caldo gordo a los que dicen que son democráticos y cuando los convocan a sentarse en una mesa, no lo quieren hacer. Vamos a ir con una condición: no queremos pactos, no queremos contubernio, ni conchabo ni cargos; lo que queremos es hablar seriamente del paÃs que viene y que creo lealmente que Kirchner no está haciendo absolutamente nada por el futuro. Sà está haciendo bastante por el paÃs de hoy, que no es poca cosa, por eso tiene tanto apoyo popular. Pero creo que los dirigentes tenemos la responsabilidad ineludible no sólo de pensar en el hoy., sino también en el mañana, porque si no vamos a sufrir una nueva frustración y el paÃs ya no da para eso..
-¿Cómo ve la dinámica polÃtica del paÃs en cuanto a los otros opositores, medios, etc.?
-Le contesto con dos ejemplos para ver quienes son Ãdolos con pies de barro, Ãdolos mediáticos, a quienes no descalifico porque son talentosos, el caso de López Murphy o Carrió, pero para mà que tienen vuelo corto. Por eso es que digo que no tenemos que achicarnos nosotros. El 14 de noviembre se elegirá intendente en Trelew y gobernador y vice en Santiago del Estero, el 20 de febrero. Si hoy fueranlas elecciones, por las encuestas de todos los politicólogos argentinos, el intendente de Trelew serÃa un hombre de la UCR y el gobernador de Santiago también. Segundo está el peronismo y no figura ni el ARI ni Recrear. Ahora que pasa si mañana juegan en listas nacionales las figuras de Carrió y López Murphy, la cuestión va a ser diferente. Van a mejorar bastante, pero la gente ya no se chupa el dedo en la Argentina. Quienes no supieron articular poder, como Carrió y López Murphy, no son oposición y hoy hay temor a las hegemonÃas y al mesianismo; lo digo respetuosamente. Y hoy, la gente valora a Kirchner pero le teme a su forma hegemónica. Entonces es obvio quién puede ser la oposición. Me lo dicen los independientes que vislumbrar que somos los únicos que pueden ser oposición seria, por nuestra estructura, por el poder federal y territorial, que la UCR mantiene. Los independientes opinan que Carrió y López Murphy son buenos polÃticos pero no nos engañemos, están en la televisión todo el dÃa pero no tienen estructura. Una oposición se construye todos los dÃas; no cada vez que hay elecciones, sesenta dÃas antes, con la figurita de los Ãdolos de pies de barro. Por lo tanto, adelanto mi optimismo serio, razonable, del crecimiento de este nuevo Radicalismo, que está pregonando la renovación a nivel nacional; renovación de caras, de imagen, de hombres y de prácticas polÃticas.
-¿La negociaciones por la deuda?
-La renegociación de la deuda externa me parece correcta. ¿Qué dice el Comité Nacional? Que están manejándola bien el ministro Lavagna y el Gobierno Nacional. ¿Quieren que los aplaudamos? Lo hacemos. También vemos bien a renovación de la Corte Suprema. Ahora, lo de los superpoderes es un horror institucional. No hay ningún paÃs en el mundo donde haya superávit fiscal, crecimiento de la economÃa, contexto internacional favorable y que a un presidente se le ocurra hacer lo que se le antoja con la plata de todos los argentinos. Ya lo hizo en el 2004. Entonces cuando el presidente dice que vamos hacia un paÃs normal, es mentira. Vamos hacia un paÃs bananero. Por eso, este paÃs no tiene destino. Nuestra potencialidad es extraordinaria en el mundo. Creo que los que fracasamos somos nosotros, los dirigentes; somos de cuarta y me incluyo. El paÃs necesita mejores dirigentes y realmente calidad institucional. Las democracias se miden por su calidad institucional; el bienestar de la gente se mide por la calidad de las democracias.
-Le pregunta un oyente si no hay que volver a escuchar a AlfonsÃn...
-Quiero decirles que tengo el mismo afecto y respeto de siempre por Raúl. AlfonsÃn, que para todos los radicales sigue siendo una referencia ética y polÃtica insustituible. Ahora, no hay obligación en un partido democrático como el nuestro, de pensar igual. Lo quiero mucho a AlfonsÃn, pero si no pienso igual que él, me parece que mi lealtad conmigo mismo y con el partido, me exigen decirlo. Lo que tengo hoy con AlfonsÃn es una forma diferente de ver cómo reconstruimos el partido hacia delante. El cree que lo podemos hacer sobre la base de más de lo mismo y yo creo en una profunda renovación. Hay que cambiar caras e imágenes nacionales. Hay amigos nuestros muy inteligentes, muy capaces, muy militantes, pero están agotados en la mirada de la sociedad. Cuando la gente los mira TV se dice âa este radical no le creo nadaâ.No se de quién es la culpa, pero esa es la realidad. Pongamos radicales que sean creÃbles. Es mi única diferencia de fondo con AlfonsÃn.
-Dice una oyente âlos radicales necesitamos mayor claridad sobre nuestras acciones; la falta de eso nos impide combatir al peronismo que es peor que nosotros y sin embargo, siempre gana...â
-Coincido. Creo que a los dirigentes nacionales nos falta ser más claros. La gente no nos entiende bien a nosotros, sus dirigentes. Para decir Gregoria, decimos catorce veces gre-gre-gre y la gente no entiende nada. El Radicalismo tiene que recuperar un lenguaje común, claro, llano, que nos entienda el carnicero, el verdulero, el obrero. Es decir, da la sensación de que la UCR tiene demasiados abogados; usamos una terminologÃa difÃcil y además la gente visualiza que normalmente la dirigencia nacional de la UCR dice una cosa y después hace otra.
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