âCon dignidad y conservando nuestras costumbres también apostamos al desarrollo local, para que la gente de las comunidades pueda crecer âparejoâ y desarrollarse, pero siempre conservando el legado de nuestros ancestros, nuestras costumbres, lugares sagrados y objetivos naturalesâ dijo en la radio René Calpanchay, atacameño, miembro de la Comisión de Participación IndÃgena y dirigente de los temas de la recuperación de derechos indÃgenas, habló sobre el nuevo sueño de estas comunidades: el desarrollo propio y cómo considera que debe lograrse.
-¿Qué va a pasar en Quebrad y Puna si el turismo se hace masivo?
-Nosotros no solamente tenemos un plan, sino también la concepción de cual es el criterio de desarrollo para las comunidades indÃgenas. Creemos que la inversión sola no sirve. Es más, facilita un nuevo tipo de esclavitud porque la gente de las comunidades termina limpiando los pisos y nada más. Yo creo que tenemos una concepción más amplia que es la de recuperar valores culturales que heredamos de los abuelos y, fundamentalmente, apuntar a que la gente puede vivir del propio trabajo y además con dignidad. Eso significa que debemos empezar a trabajar en la organización y participación de las actividades. Cuando a Susques fueron el gobernador Fellner y la ministra Kirchner lo hemos marcado claramente: hay que empezar a alejarse de las polÃticas paternalistas y alcanzar niveles de protagonismo mucho más importantes, En este sentido, ya estamos empezando a vivir el nuevo sueño, porque hace 15 años era el tema de la identidad y de recuperar nuestras tierras, ahora el tema de la identidad es indiscutible en Jujuy. El de los tÃtulos de las tierras ya empezó. Ahora hay que seguir en este camino y creo que el tercer aspecto de nuestro sueño es tener un desarrollo propio y lo estamos generando a través de las empresas sociales indÃgenas que ya son una realidad en la Puna y no se apartan de la concepción tradicional del desarrollo que es la búsqueda de la calidad, el manejo del negocio y todo lo demás. Pero estando siempre aferrados a la cultura de nuestro pueblo. Nuestros abuelos nos han enseñado que si tenemos que crecer, crezcamos parejo; que si alguien va un poquito más adelante, le tiene que dar la mano al que está atrás para que pueda crecer.
-Se que participaste en la Jornada sobre Patrimonio Cultural organizada por la Legislatura ¿cuál es tu visión?
-Esto viene de la mano de lo que planteabas respecto a qué hacemos ante la presencia de turismo en Susques, por tomar un ejemplo. Creo que antes de hablar del Turismo como actividad turÃstica, primero hay que hablar de preservar el patrimonio cultural, que es el desafÃo más grande. Tiene que ver con actitudes. Nosotros en Susques ya hemos hecho un convenio entre todas las comunidades y las autoridades que tenemos dentro del pueblo Atacama y hemos resuelto preservarlo con o sin legislación. Pero de todos modos, creo que dentro de un estado democrático, tenemos que estar acompañados por normas y esto es lo que en la Legislatura se está debatiendo. Es interesante que exista un nivel de coordinación entre polÃticos y técnicos pero fundamentalmente sin olvidarse de las verdaderas autoridades que tenemos (en realidad somos los herederos del patrimonio cultural de cada una de nuestras comunidades) que son los presidentes de las comunidades aborÃgenes y en este sentido, Jujuy está muy avanzada en organización y en lazos de comunicación.
Creo que serÃa interesante, si se lo aborda con seriedad, este trabajo, hacerlo en conjunto, se debe permitir a las comunidades el espacio para ejercer su derecho constitucional y ahà que quede claro, a veces âlos indios somos necesarios para el turismoâ como una rareza atractiva. Lo que no queremos es que se minimice nuestra cultura, que se haga algo folklórico, algo como para hacer una fiesta, y colocarnos en la figura de payasos. Nosotros tenemos que fortalecernos en nuestra cultura, mantener nuestro patrimonio, nuestros sitios arqueológicos, nuestros lugares sagrados, el respeto a la tierra y a nuestra forma de vivir.
Y desde esa postura, abrirnos hacia el mundo que es distinto, que los hermanos que vienen de cualquier parte del planeta, puedan compartir dÃas de sus vacaciones con gente de las comunidades. De esa manera, sin descuidar el patrimonio cultural, se puede generar un circuito económico donde se plantee un desarrollo real y respetable.
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