El realizador tucumano Gerardo Vallejos estuvo en la radio y compartió sus impresiones sobre el cine argentino actual y aquel cine en el que participara antes de exiliarse en el exterior. La cámara busca la âmirada interiorâ para reflejar ese paÃs que está âdespués de la General Pazâ y que pugna por ser reconocido.
-¿Cuáles son tus actividades en Jujuy estos dÃas, en el marco del encuentro?
-Estoy cumpliendo una tarea para el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Este año fui invitado por Miguel Pereira para presidir el jurado de la sección âConcurso de cortos del interior del paÃsâ, como parte del jurado tuve que ver 74 cortos; fue una experiencia. El resultado fue que el 80% de los cortos no merecÃan haber estado en esa muestra. Y le propuse a Miguel tratar de levantar el nivel del concurso. Una forma fue recorrer el paÃs, mirando los cortos que se estaban haciendo y compartir con los propios realizadores. Esta muestra de Jujuy me está permitiendo ver 50 cortos de todo el paÃs.
-¿Qué grado de responsabilidad tenés en el festival?
-Para el próximo festival de cine, en marzo, estoy a cargo de la programación, es decir, seleccionar los cortos que van a competir en esta sección, que no creo que puedan ser 74, tienen que ser 20 o 25, muy buenos, elegidos desde âlo tengo que decir- un criterio personal, desde mi experiencia de cine: si una pelÃcula quiere contar una historia tiene que ser muy buena narrativamente; si quiere transmitir ideas tiene que ser muy buena ideológicamente y si quiere emocionar también tiene que ser muy buena poéticamente.
-¿A tu criterio qué pasa con el cine argentino, en estos últimos años?
-Hay muchas experiencias. El cine argentino de éxito, el de los festivales, es más que nada un cine de Buenos Aires; el interior casi no está presente; el pueblo no es protagonista. Creo que es un cine de clase media para arriba: historias, conflictos. Hoy hace falta una vuelta a las raÃces, a una identidad, a una memoria que este paÃs está postergando.
-Estudiaste en el Instituto de Cine de Santa Fe, que significó mucho en una época, dio mucha gente que lamentablemente tuvo que hacer cosas fuera del paÃs. ¿Cuándo volviste a la Argentina?
-Me tuve que ir en enero del â75, después de un atentado terrorista en las casa de mi viejo en Tucumán. Estuve dos años en Panamá, seis en España. Allà hice un largometraje testimonial en el pueblo donde mi abuelo habÃa nacido, pastor, analfabeto, que vino en 1902 a la Argentina. Y después, al regreso del exilio hice El rigor del destino, una pelÃcula totalmente filmada en Tucumán, contando todo lo que habÃa pasado allÃ, cuando supuestamente nos habÃan borrado la memoria, para rescatar esa memoria. Después hice En el alma y ahora estoy residiendo desde hace dos años en San Luis, haciendo la preproducción del largometraje sobre el MartÃn Fierro, que escribà hace 22 años en el exilio en Madrid y que va a producir el Gobierno de Salta.Â
-¡Qué tal, con los RodrÃguez Saa! Ahora te pregunto ¿desde dónde mirás al MartÃn Fierro?
-El MartÃn Fierro es muchas cosas: un poema épico, una denuncia, un testimonio. Particularmente, me importa el tema del testimonio y la denuncia. Se trata de la denuncia de una época en la que se enfrentaba al gaucho con el indio y se liquidaba a ambos. Una época nefasta de la historia nacional, donde además se destruyó la posibilidad de construcción de una nación, que no era una imitación de Europa o de Estados Unidos, que eran las pretensiones de Sarmiento, Mitre. Rescatar todo eso es muy importante, es una versión libre que seguramente va a ser muy polémica porque la versión anterior, que hizo Torre Nilson es nefasta. Da lástima.
-Este es un programa donde la gente llama mucho y respetamos las preguntas: Marina de Alto Comedero dice ¿cómo ve al gobierno de Kirchner respecto de la cultura?
-Creo que es un gobierno que no ha tomado decisiones fundamentales. El tema más terrible en la Argentina es el de la deuda externa. Hay un estudio que hizo Alejandro Olmos, en el que demostró que la deuda se pagó tres veces. Es ridÃculo que estemos negociando todavÃa lo que debemos. En cuanto a cultura, soy un hombre muy respetuoso, pero no veo que haya acciones. El problema más grave de Argentina es que es el paÃs más rico del mundo, y tenemos un pueblo muerto de hambre. Entonces, hay una contradicción, un conflicto que viene desde hace mucho tiempo. Se ocultan las cosas, la historiografÃa argentina oficial fue siempre muy mentirosa. Que hoy en una escuela se ponga una imagen de San MartÃn y a la par una de Rivadavia es un atentado. San MartÃn retó a duelo en Londres a Rivadavia porque era el primer vendepatria de este paÃs. Esas cosas no se dicen, no se enseñan en la escuela. Hay un pensamiento nacional que no está en la escuela ni en la universidad. ¿Quién sabe lo que fue el peronismo en la década del â50? El pensamiento de Perón de unidad nacional, de Jauretche, de Scalabrini Ortiz, de Juan José Hernández Arregui no existe. Los mayores pensadores nacionales están borrados y eso es muy grave.
-¿Cuándo va a estar la pelÃcula del MartÃn Fierro?
-El año que viene, no sé cuándo. Empiezo a filmar, si todo va bien, en febrero, van a ser doce semanas de rodaje. Es una pelÃcula muy compleja, muy difÃcil. Es una locura. Trataremos de hacer esta pelÃcula y que sea el equivalente del Juan Moreira del Loco Fabio, en los â70, que fue una pelÃcula que convocó a siete millones de espectadores, porque en ese momento hacÃa falta reencontrarse con algo que identifique y eso fue Moreira. Espero que el Fierro nos permita reencontrarnos con las raÃces.
-¿Cómo se hacÃa cine hace treinta años, antes de que te fueras del paÃs?
-VivÃamos una realidad colectiva impresionante. Nosotros, con Pino Solanas, como militantes peronistas haciendo cine, fuimos a Madrid en el â71, filmamos con Perón. Se vivÃa el âLuche y vuelveâ: volvÃa el padre, el que nos habÃa unido a todos. Esa experiencia se frustró. El proyecto nacional de Perón se liquidó y se traicionó desde adentro del peronismo a través del Caballo de Troya que fue Menem. Ahora la juventud se interroga y quiere luchar, participar. Eso se ve en el cine, en el video. En la Argentina hay más estudiantes de cine que en toda Europa. Esto habla de una necesidad de expresar. Ahora, una cosas es expresar desde la globalización, copiando lo que viene de afuera y otra cosa es buscar adentro. Por eso le pongo tanta pasión a participar en la sección del festival de Mar del Plata âLa mirada interiorâ. Es la posibilidad de encontrar la mirada interior: la verdadera mirada.
-Es lo que tendrÃamos que hacer en todos los ámbitos. Desde este programa cansamos a la audiencia diciendo âhay que encontrar la manera de que este paÃs se mire a sà mismo de otra maneraâ. En todo.
-Yo conozco mucho el mundo. En Francia ningún productor agropecuario que tenga diez mil hectáreas, puede decidir lo que siembra. Lo decide el Estado. No tira bosques y siembra soja. El Estado le dice âud. tiene que poner manzanas, porque hacen falta manzanasâ. El Estado planifica en función de las necesidades de la población. Es un Estado protector de la población. Eso no lo copiamos. El transporte en Europa es del Estado municipal, provincial, nacional. Aquà privatizamos todo. Empresas privadas que vienen saquear en la Argentina, deciden cómo viajamos y eso no puede ser, sacaron el tren al norte. Hubo saqueo, que está expresado extraordinariamente en la pelÃcula La memoria del saqueo de Pino Solanas, que tendrÃan que pasarla en todas las escuelas de la Argentina para que pudiéramos entendernos. DeberÃa ser motivo de discusión en las escuelas secundarias, en las universidades. Nos saquearon y ahà está expuesto quién fue, quiénes fueron los cómplices, quiénes fueron los vendepatria. Son decisiones polÃticas que hay que tomar.
ALGUNOS DATOS
Su primer cortometraje, en 16 mm, Azúcar, denunciaba la explotación de los trabajadores azucareros, en 1962. Tres años después fue premiado en el Festival de Cine de Viña del Mar por Las cosas ciertas (35 mm). Su primer largometraje, El camino hacia la muerte del Viejo Reales, realizado entre 1968 y 1971, fue finalizado en Roma, debido a las persecusiones de la dictadura de Lanusse. En Europa fue varias veces premiado por sus trabajos: en 1971 (por unanimidad) en el Festival Internacional de Cine de Mannheim (Alemania); premio del público en la Muestra de Cine de Autor de Benalmádena (España); en el Festival de Cine de Córdoba (España).
Durante su exilio filmó en España, junto a Pino Solanas, el primer mensaje de Perón. Entre el â72 y el â74 realizó una serie de cortos, Testimonios de Tucumán, que fue destruida por la dictadura. En sus años de residencia en Panamá, junto al grupo Experimental de Cine Universitario realizó diversos documentales para el gobierno de Torrijos Herrera, incluida la campaña por la ratificación del tratado Torrijos-Carter. Fue convocado por la RAI (Italia) para realizar cinco programas especiales sobre Argentina, a partir del golpe militar.
Ya devuelta en el paÃs, entre 1985 y 1989 filmó su tercer largometraje El rigor del destino, filmado en Tucumán. Fue premiado en diversos festivales internacionales, como el de Cine Latinoamericano de Huelva, el Internacional de Moscú y el de Cine de Bogotá. También fue premiado en Argentina como mejor director del festival de Cine Argentino de Villa MarÃa.
Trabajó en diversos testimoniales para CTERA y ATE sobre los docentes, los mineros, entre otros. En 1998 inicia otra serie testimonial, La memoria del pueblo, que relata con material de archivo y testimonios los hechos del â55 y â56.
Fue convocado por el gobierno de RodrÃguez Saa (San Luis) para ocuparse de la dirección artÃstica del canal local y allà ha realizado el documental La marcha de los sueños .
Actualmente se encuentra en etapa de preproducción de La verdadera historia de MartÃn Fierro, que comenzara a escribir en al década del â80 y que cuenta con ayuda financiera del INCAA. Es presidente del jurado de la sección âLa mirada interiorâ del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
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