Es cierto que el clásico entre Talleres y Zapla no es el duelo más importante del Norte argentino, ni siquiera de la provincia. Es verdad que puede ser el choque con menos historia en las estadísticas nacionales, pero el encuentro entre periqueños y palpaleños es el que sin ninguna duda se ganó la atracción de los hinchas, en los últimos tiempos. Si bien estos clubes no pertenecen a la misma ciudad, Zapla se encuentra en Palpalá, localidad que está más cerca de la capital jujeña que de Perico, lugar en el que se ubica el club Talleres.
      Es cierto, a Zapla y a Talleres no los separan dos cuadras, como el caso de Racing-Independiente, pero sin embargo los equipos jujeños se miran con recelo desde el primer partido que disputaron. No será el clásico entre Gimnasia y Zapla, rivalidad histórica en el fútbol local, pero es el otro clásico, el que se compró a los simpatizantes del fútbol jujeño, quienes estarán observando el debut de ambos equipos en el Torneo Argentino “B” en poco tiempo.           
      Ahora que los dos están en el mismo certamen, las diferencias se potencian más que nunca y las cualidades de cada uno se transforman en bandera a la hora de enfrentarse en un partido en el que todo vale, tenga historia de clásico o no. Si repasamos las estadísticas, el “Expreso” y el “Merengue”, jugaron más que nada en los campeonatos que organiza la Liga Jujeña de Fútbol o en algún Torneo del Interior. No faltaron los choques entre hinchadas o la definición de algún partido a las patadas dentro de la cancha; tampoco se hicieron esperar los gases lacrimógenos que tuvo que lanzar la policía para detener el mal comportamiento de los hinchas.
      La rivalidad existe y que ahora Zapla se haya sumado al mismo torneo en el que ya estaba Talleres, no es una noticia menor, más cuando ambas dirigencias dicen que apuestan al ascenso. Los números están parejos, aunque con un mínimo predominio del “Expreso Azul”, que en el último partido oficial por la Liga Jujeña, goleó a Zapla 3 a 0, “había mucha pica” dijo en ese momento Diego Pascuttini, figura del encuentro y autor de dos goles. A modo de prólogo del clásico mayor que se vivirá a partir de septiembre cuando estos mismos clubes se enfrenten por el Argentino "B", Talleres ganó en esa oportunidad el primer round y los fanáticos se encargaron de gastar a los “palpaleños”. Claro que los hinchas de Zapla no se quedaron atrás y dicen que tienen una cancha de verdad y no como la de Perico, con menores dimensiones.
      La rivalidad está y las cargadas se acrecientan día a día, esperando el choque por los puntos. En lo futbolístico los dos se reforzaron con jugadores de la zona, quizá Talleres trajo nombres conocidos por su técnico Jorge Salas, quien dirigió la mayoría de su carrera en Tucumán; de esa provincia arribaron casi todos los refuerzos, los que pretenden ser protagonistas y ascender al Argentino A. La dirigencia de Perico, encabezada por el presidente José Luis Benedetto, hizo un esfuerzo enorme, juntó dinero de todos lados, reflotó el acuerdo con el gobierno provincial, se aseguró el arribo y la continuidad de jugadores como Carlos Álvarez, Héctor Gómez, Norman Juárez, Javier Juárez, Rubén Luna; Patricio Colchar, Matías Fernández, Jorge Estrada, Alfredo Carrizo, Carlos Aldonate, Fernando Robles, Federico Varg y Gustavo Suárez, entre otros chicos que surgieron de las inferiores como Pascuttini, González, Romero y Zampini quienes también pelearán por un lugar. Un plantel numeroso que intentará ser protagonista del Torneo Argentino B que organiza el Consejo Federal de AFA y que tendrá como atractivo, en especial para las arcas del club, los choques ante Zapla. Hay muchas expectativas en los dirigentes por estos partidos, los números de la recaudación de entradas serán más importantes que en los enfrentamientos ante los tucumanos por ejemplo. En cuanto al cuerpo técnico, Jorge Salas, volvió al Expreso, según dice él ésta vez para tomarse revancha de una campaña anterior de la que se retiró invicto, pero en la que no logró cumplir con sus objetivos. La mayoría de los refuerzos vinieron por él, porque ya formaron parte de sus planteles, Ñuñorco, La Florida, Gimnasia y Tiro de Salta, o el que sea, es por eso la confianza ciega del entrenador, el que asegura que Talleres hará una buena campaña. En cuanto a la parte física el profesor Eduardo Ortuño fue el encargado de llevar adelante los exigentes ejercicios de la pretemporada del GA 5, bunker en el que Talleres de Perico se concentró por 10 días.
      Por el lado de Zapla, las expectativas no son menores, motivados por el ascenso al Argentino “B”, podríamos decir que en cuanto a los objetivos futbolísticos no hay diferencias con Talleres. Lo distinto de Zapla es la manera de llevar adelante el club por parte de sus dirigentes, en realidad por uno de ellos o por el único que decide que es lo que se hace y no, el único que parece ser más que un presidente, un gerenciador del club palpaleño. Con problemas institucionales y dudas a cerca de cómo está conformada la Comisión Directiva, de la que sólo se sabe preside Dante Colque, por lo menos hasta que la justicia de su veredicto final, porque también en ese problema está metida la institución. Ni los socios están de acuerdo con la continuidad del presidente que ya cumplió con su mandato, pero sigue a cargo igual. Sin embargo esos socios que hicieron notas, reclamos y se quejan todo el tiempo, tampoco proponen algo concreto para que se cumpla el estatuto del club y se accione en los lugares correspondientes contra quien ellos consideran, no reflejó en los números la cantidad de entradas recaudadas en partidos definitorios por el Torneo del Interior, donde todo el mundo vio la cancha llena. También es cierto la mala relación que existe entre el presidente de la Liga Jujeña de Fútbol, Hugo Manzur y el propio Colque,  las deudas por parte de Zapla a la Liga y al Consejo Federal, se terminaron de pagar hace pocos días, pero por insistencia de Manzur y compañía, conflicto desgastante por cierto. Hasta tanto se estiró la agonía, que Zapla corrió peligro de descalificación del Torneo Argentino B, todo por un capricho de una persona, que decidió pagar cuando se le rebajó la mismísima gana. Por supuesto que en éste torneo, es de esperar que la dirigencia clarifique su accionar para tranquilidad de todos, incluido jugadores y cuerpo técnico que preside Ricardo Aniceto Roldán, hombre conocido en el fútbol del noroeste argentino y ex técnico de Talleres de Perico, equipo al que ascendió en alguna oportunidad. En lo futbolístico, el panorama para Zapla es más alentador; llegaron refuerzos de la categoría; Damián Benzi, Matías Bono, Nelson Cardozo, Matías Ranelli, Mauro Flores y Nicolás Trigo, entre otros y se quedaron Angel Solorza; Guillermo Eisembreg, Gonzalo Noguera, Franco Méndez, Pablo Anachuri, Diego Sueldo, Rogelio Salto, José Luis Almaráz y Gonzalo Toledo. La parte física estará a cargo de la mano derecha de Roldán, el “profe” Marcelo García, quien se desvinculó de Talleres para sumarse al club “merengue”. En cuanto al estadio, la ventaja de Zapla será la capacidad del “Emilio Fabrizzi”, que aunque Colque lo niegue entran 18 mil personas o más, como las que fueron a uno de los partidos finales del Argentino “C” entre Zapla y Origone.
      No pasa lo mismo en el Plinio Zabala, estadio de Talleres de Perico, el que con menos gente, igual se verá colmado por los fanáticos de ambas parcialidades que en poco tiempo se verán las caras para alentar a sus equipos, los que ahora forman parte del competitivo Argentino “B”. El otro clásico del fútbol jujeño está de moda, con menos historia que un Gimnasia de Jujuy- Zapla, Gimnasia – Ledesma o Lavalle- Cuyaya, pero con las mismas expectativas e intensidad de siempre. Un clásico con los signos que nos muestran a un Talleres endeudado pero ordenado y a un Zapla conflictivo pero ilusionado. Con Salas y Roldán como técnicos, dos hombres de fútbol que saben de la categoría y que hoy se vuelven a enfrentar para armar un duelo único y distinto. Más allá de las diferencias y las circunstancias, un clásico al fin.