O deberÃa decir todo el 2011 será Carnaval. Y si, vieja frase hecha de las redacciones para las campañas electorales, pero irresistible a la hora de presenciar, por ejemplo, el desfile de los corsos.
Pero acá el desentierro empezó unos dÃas antes de la fecha establecida, con la jugada del gobierno nacional de bajar la decisión de desdoblar las elecciones en provincias del recontrapalo como Jujuy, si bien fue disfrazada por algunos dirigentes vernáculos detrás de poco convincentes frases de reivindicación federalista; en realidad le cayó a esos mismos dirigentes como una bomba, por lo menos, de mal olor, en el armado que se venÃa diseñando con vistas a las elecciones.
Desde la Casa Rosada se amontonaron provincias con buenas perspectivas -aquà las tendrán solamente si va Eduardo Fellner, por lo que es de suponer que su candidatura ya está resuelta- y otras de pronóstico dudoso, con el claro objetivo de hacer una previa en la que el oficialismo pueda mostrar más triunfos que fracasos antes de la elección presidencial, medida que produjo una estampida entre los diablos que ya de por sà estaban bastante alborotados.
Como en el truco, todos orejean los naipes tratando de hacer creer que tienen los mejores o sea medios, plata y votos y la verdad que tanto Rivarola y Segura como Jenefes cuentan con los dos primeros -más allá de la incidencia real de El Tribuno o de Canal 7 en la opinión pública- pero ¿votos?, âhasta por ahÃâ dice un gaucho de El Carmen, si bien es cierto que los dos primeros tienen más que el tercero, pero fuera de la estructura oficialista sólo les alcanzará para modestos resultados.    Â
Conocedor del tema Fellner anuncia condiciones y condicionamientos tanto hacia las pretensiones de la mesa chica del PJ como hacia la sociedad -léase organizaciones, gremios, etc.-. Supongo que siente que puede hacerlo ya que sigue teniendo la mejor imagen del arco polÃtico jujeño lo que implica, obviamente, votos, votos reales; votos de verdad, de esos que no necesitan ser estimulados con la difusión de la entrega de subsidios o de sillas de ruedas, o sea la mayorÃa de los votos positivos que entran en las urnas; (no es el momento de hablar de todos aquellos que no votan o lo hacen en blanco).
En campañas pasadas Eduardo Fellner amagó, teniendo al igual que ahora la sartén por el mango, con decidir personal, exclusiva y rotundamente quiénes serÃan los diez primeros integrantes de la lista de diputados, por ejemplo; no lo hizo y la Legislatura -ya que los radicales arman el rompecabezas de la interna con el mismo sistema- fue condenada a la vergüenza y, en el mejor de los casos, a dar lástima, con la correspondiente incidencia en la vida de la comunidad. Para muestra dos o tres ejemplos: no hay ley de educación ni de ordenamiento territorial ni, ni y ni. Me dirán que las inaguantables moras tienen que ver con la modalidad de trabajo del gobernador Barrionuevo y puede que sea asÃ, en parte; pero si la Legislatura estuviera integrada de otra manera, el gobierno también tendrÃa otra agilidad. La verdad que estoy cansada de escuchar, y aprobar con mi silencio âal igual que otros cientos de miles de jujeños- que las cosas están mal por culpa del oficialismo -y sà creo que las cosas están mal- pero las culpas están repartidas parejamente entre los dirigentes polÃticos, los lÃderes sociales y la sociedad misma. Es tan cómodo indicar donde está la responsabilidad y quedarse pasivamente a emitir juicios.
Pero me fui para cualquier lado. Lo que querÃa decir es que lo que no entiendo es porqué Fellner necesita defenderse a futuro y poner condiciones para ser candidato, cuando si simplemente se apoyara en el peronismo y en los independientes podrÃa cerrar todo de la manera más coherente y sensata para la provincia. Es un misterio, por lo menos para mÃ.
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Claro que ya estamos prácticamente en Carnaval; se vienen los corsos en San Pedro, Perico, El Carmen y Capital y los fortines del Norte se llenarán de las comparsas y veremos desfilar corsarios, filibusteros, bucaneros, piratas, disfrazados o no, acompañando a enfermeras, médicos, bailarinas, osos, conejos, fantasmas y mascaritas de todas las edades.
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