Claudia Giacometti, investigadora de temas educativos y de género, autora del trabajo Diagnóstico de la situación educativa de las mujeres en América Latina y el Caribe hispano. Más allá de las Metas del Milenio. El caso argentino. Informe final, habló sobre esta investigación, realizada en el marco del programa de CLADEM (Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer) y que fuera presentada en Jujuy.
Acerca de los ejes de la investigación Diagnóstico de la situación educativa de las mujeres en América Latina y el Caribe hispano. Más allá de las Metas del Milenio. El caso argentino. Informe final, explicó que apuntan a âhacer un diagnóstico en el plano normativo y estadÃstico acerca de cuál es la situación en educación. El enfoque no es comparar âel estudio histórico de la brecha entre hombres y mujeres- sino ver la brecha entre poblaciones más vulnerables para demostrar que hay desigualdad educativa y que si no se resuelve esa desigualdad tampoco se resolverá la de géneroâ.
Y profundizó âel abordaje de la situación educativa desde un enfoque de género no puede limitarse a un examen comparado de tasa de escolarización y egreso entre hombres y mujeres. Avanzar en la igualdad de género implica poner en la agenda de discusión el financiamiento y las polÃticas educativas. Los cambios curriculares, la producción y distribución de materiales didácticos y pedagógicos, la formación y las condiciones de trabajo docentes, son otras de las dimensiones que no pueden estar ausentes en el análisis. Lamentablemente, son escasos los indicadores que permitan conocer cómo se aborda en el espacio educativo y la división sexual del trabajo y su impacto en la desigualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Pero es preciso darle visibilidad a este vacÃo, como un buen indicador de la importancia que tienen estas dimensiones en los ámbitos de gestión e implementación de polÃticas. El examen de desigualdad de género en educación requiere poner en el debate la calidad educativa,  entendida desde su aceptación amplia, no se limita a la adquisición de conocimientos, sino que incorpora dimensiones como equidad en el acceso y la carrera escolar, la pertinencia de la formación y la asignación de recursos. La igualdad en el acceso en el sistema educativo no debe confundirse con la garantÃa plena de la igualdad de oportunidades: mientras en el sistema educativa predomine un rol reproductor de los patrones culturales, sociales y polÃticos; en una sociedad con desigualdad de género no será posible hablar de equidad en la educaciónâ.
âEl Estudio analiza la situación entre hombres y mujeres, viendo las estadÃsticas, comparando datos por provincias. Y cuando se encontraron datos (Argentina tiene serios datos en el sistema estadÃstico) se compararon situaciones de ingreso, o urbano rural, no porque sean las únicas diferencias sino porque son las que se pueden mostrar. En el caso de grupos muy especÃficos de comunidades indÃgenas, podemos decir que hay equidad de género tanto en el ingreso como en el egreso. Pero si miramos el tipo de educación, vemos que reproduce patrones sexistas y entonces la equidad en el ingreso se reduce por la reproducción de patronesâ.
Acerca de las razones de la falta de continuidad de las mujeres en los estudios que se reflejan en las estadÃsticas, explicó âel embarazo adolescente es una de las pocas estadÃsticas que nos permiten llamar la atención sobre la escasa asistencia de las adolescentes que fueron madres. Esto lleva a dos cosas: educación sexual integral que debe ser desde el nivel inicial, porque si vamos a discutir sólo educación sexual para el nivel medio tenemos el 70% de madres adolescentes fuera del sistema. Y, por otro lado, hay que ver qué pasa con el sistema que no está contemplando la creación de servicios de cuidado infantil que permitan que las adolescentes se queden en el sistemaâ:
Respecto a si se trata sólo de un problema de fondos a invertir, Giacometti respondió âNo solamente. TodavÃa tenemos una educación que cumple un rol reproductor, esto es, mantiene la desigualdad no solamente en las pautas culturales sino también en la oferta. Hay una oferta inversamente proporcional a las necesidades. Es decir, pareciera que estamos apuntando en general a que el crecimiento de fondos nos va a resolver los problemas y nos olvidamos de que tenemos una sociedad con excluidos, con profundas desigualdades y no hay posibilidad de polÃticas de derrame. Necesitamos polÃticas activasâ.
Giacometti concluyó diciendo âHay avances legislativos que deben traducirse en polÃticas y nos está faltando instalar el tema educativo para saber cuál es el proyecto educativo como paÃs y como provincias. El estado y la sociedad civil nos debemos este debate. La educación no es una prioridad polÃtica del estado, aparece en el discurso y no en la práctica. El gran tema es cómo repartimos los recursos desde la Nación hacia las provincias. Lamentablemente, en Jujuy por ejemplo, para la presentación, no hubo presencia de autoridades del ministerio de Educación, sà estuvo el ministro de Salud, y el delegado del INADI, aunque lamentablemente no participaron del debate posterior a la presentación del trabajoâ.
Algunos datos
Esta investigación se puede consultar en el sitio http://www.educacion-nosexista.org/, donde se expone los ejes de la Campaña por Educación no Sexista y Antidiscriminatoria en la que está enmarcada esta investigación, con el objetivo de âBuscar una educación que construya relaciones de respeto, igualdad y cooperación entre los géneros, que afiance una cultura de derechos humanos y que no valide ni reproduzca estereotipos, prejuicios e inequidades. Una educación que refleje las distintas culturas que conviven en este, nuestro continente, uno de los más ricos y de los más pobres a la vezâ. Se trata de una âarticulación plural de organizaciones y personas de la sociedad civil latinoamericana y caribeña, en defensa y promoción del derecho humano a una educación pública, laica y gratuita para todas y todosâ.
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