â€œCreo que estamos ante un gran cambio social e histórico, que no solamente se da a nivel de los partidos políticos, sino también en toda la sociedad. Son la suerte de procesos que anteceden a grandes cambios, es como la calma que antecede a la tormenta, pero estos anticipan cambios sociales y vamos a elevar un escalón en lo que tiene que ver con las deudas sociales” dijo María Eugenia Bernal, diputada nacional por el Frente para la Victoria, en una entrevista del programa radial El Ojo de la Tormenta (La U, Radio Universidad).

María Eugenia Bernal.

     Sobre el tema agregó, “el pasado mes de marzo, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner dijo en el Congreso que faltan leyes que son fundamentales, leyes que tienen que ver con la extranjerización de tierras; el lavado de dinero; el del software, el tema de la adopción y de servicios en casas particulares; leyes que, entre otras, van a tener una fuerte incidencia en políticas públicas en serio, orientadas a transformar el país y la vida de la gente.  Por supuesto que lo ideal sería que hubiera consenso, un consenso inteligente, con todos los partidos que están representados en el parlamento, pero es difícil, porque hay quienes hacen política oponiéndose por oponerse, como vemos cotidianamente”.
      Sobre el deterioro de los partidos políticos, Bernal señaló que “la democracia en toda América parece un barco a la deriva, porque nunca se terminan de cerrar las deudas y a la vez no se termina de abordar una reconstrucción histórica desde la perspectiva democrática. Igualmente creo que la historia se ocupa de hacernos ver que desde la democracia y desde la gestión pública se pueden cambiar las cosas, creo en el estado presente como capaz de modificar la realidad. Objetivamente están bastante shockeados los partidos mayoritarios, antes uno iba a una sede donde se sentía representado. Porque venimos de un proceso de fragmentación, que ha sido en lo educativo también, en los sucesivos años se han ido fragmentando estas estructuras institucionales que antes tenían un peso monolítico. Pero tampoco está todo mal, porque ha permitido aportar otras miradas, la democracia parece que no hay otra forma de consolidarla sino es desde estas múltiples perspectivas. Todos los partidos están interpelados, es verdad, pero también quiere decir que hay mucho en los liderazgos políticos, que se van a personalizar cada vez más. Antes el partido era a priori, para ciertas personalidades, y lo que está pasando es que aún en los procesos democráticos lideran las personalidades, y esto también nos confunde porque no sabemos si forma parte de totalitarismos y abusos de poder o lo que fuere. Pero la democracia tiene eso, tiene que ver con lo partidario, lo ideológico y las personalidades. La gente hoy vota cuestiones de gestión”.