LyDER es un partido joven y en él debatimos de modo habitual, como una práctica que nos enriquece a todos. Entre otras cuestiones, llegamos a la conclusión de que desde hace años en Jujuy venimos gobernados por minorías.

      En el año 2003 el entonces gobernador Fellner ganó con el apoyo del 35% de los jujeños. En el año 2007 el actual gobernador Barrionuevo ganó con el apoyo del 23% de los electores. El resto del electorado quedó entonces fragmentado en diferentes fuerzas políticas o sin expresión positiva, ya que se manifestaron no votando, votando en blanco, anulando el voto, etc.
      Nosotros aún no somos gobierno e, incluyéndonos en la autocrítica, vemos que desde la oposición a veces hemos trabajado desde nuestra verdad, peleando, discutiendo y, en oportunidades, destruyendo la bandera de todos procurando imponer la propia.
      La historia de Jujuy está llena de banderas que buscaron imponerse al conjunto, multiplicando las diferencias sin saber cómo afirmar las coincidencias.
Conscientes de esto, nos propusimos empezar a construir amistad cívica con otras fuerzas políticas, tratando de apoyarnos en las coincidencias y desde ahí dar prioridad al interés general de Jujuy.
Pienso que los jujeños nos debíamos dar la oportunidad de consolidar una práctica espiritual de aceptación del otro, a pesar de nuestras diferencias. Ello en tanto cada uno de nosotros tenemos nuestros talentos y debemos ponerlos a disposición de nuestra Patria chica, con generosidad, con grandeza humana, comprometidos con el bien común, teniendo claro que Jujuy es el centro de nuestro compromiso.
      Así logramos avanzar en la construcción de un frente con la Unión Cívica Radical y fuerzas municipales, tarea que no es un ejercicio fácil pero vale la pena transitarlo. Nos hubiera gustado sumar otras fuerzas más, pero no fue posible en esta instancia en que el escenario nacional nuevamente nos dividió a los jujeños.
      Nuestros primeros interlocutores, Mario Fiad y Chuli Jorge, fueron claves en este acuerdo. Cada uno de nosotros, más allá de las propias prioridades, poseía una dimensión integradora de todos. Volvimos a recuperar la capacidad de estar reunidos y unidos con el desafío de definir y esclarecer lo común, lo sencillo, aquello que todos añoramos y deseamos y que creo firmemente está más cerca de lo que pensamos.
      Asumir que todos somos necesarios y complementarios ayuda a consolidarnos y ofrecer una alternativa que trascienda a cada sector. Es sin dudas una forma de trabajo en equipo, muy distinta del “modelo de mesa chica” que es más propia del mundo de los negocios.
      Nuestra propuesta es sencillamente un pacto de paz, tenemos un gran compromiso con ella y la vamos a hacer posible. Se traduce en amor a Jujuy, valor esencial que nunca debimos abandonar y es la bandera de la Provincia que levantamos como único estandarte de la unión y que anhelamos sirva para respetarnos y reencontrarnos todos los jujeños.

*Diputada provincial, Partido LyDER