Nuevamente los docentes jujeños del Nivel Medio nos vimos sorprendidos por una improvisada reunión para tratar el âDocumento preliminar para la discusión sobre la Educación Secundaria en Argentinaâ del Ministerio de Educación ÂÂ- Presidencia de la Nación. Dos dÃas antes de la reunión recibimos el mencionado documento y la notificación de los horarios que podÃamos elegir de acuerdo a nuestras posibilidades. Es asà que con fecha 4 de Diciembre de 2008 nos reunimos para intentar cumplir con esta tarea.
Primeramente compartimos el mutuo malestar que nos produjo que una vez más nos convoquen imprevistamente y, sobre todo, que esto se realice a fin de año, cuando los docentes estamos atiborrados de evaluaciones para preparar o para corregir; cuando los alumnos están en sus últimos intentos para aprobar sus materias y sus padres están esperanzados en que asà lo logren. En estas circunstancias, en lugar de estar atendiendo a nuestros alumnos, nos desviaron de nuestras tareas para tratar, a los apurones, un tema tan importante como es la Educación Secundaria. Entendemos que esto, además de ser una falta de respeto a la planificación que tenÃamos prevista para estos dÃas, también se ha constituido en una defraudación para padres y alumnos. Nuevamente sentimos que todas estas convocatorias, improvisadas y apresuradas, convocadas de modo que nos fuera imposible tener una lectura consciente y responsable del Documento citado para luego debatirla, tienen la intención de âparecerâ pero no de âserâ, tienen el propósito de dar lugar a que quienes están a cargo del gobierno de la Educación Argentina digan que la nueva Educación Secundaria es el resultado de los consensos logrados en estas instancias. Al menos nosotros, queremos dejar establecido y advertimos que esto, por el momento no es asÃ. Sin embargo, a pesar de ser conscientes del manipuleo que estamos padeciendo, hemos puesto nuestro mayor esfuerzo por hacer lo mejor posible en esta discusión, lo hemos hecho porque sabemos de la gravedad que implica un proyecto educativo que de lo que menos se preocupa es de la educación.
Como es inevitable, la discusión se centró en un primer momento sobre las cuestiones que nos afligen en este presente. Debatimos acerca de la gravedad que implica que los alumnos lleguen a las instituciones educativas a cualquier horario, que asistan cuando quieran, y que, aunque se les computen las tardanzas o inasistencias, lo mismo son reincorporados sin que importe cuantas veces se lo haya hecho. La gravedad se basa en distintos aspectos, por un lado está el bajo nivel de conocimientos logrados, un alumno que falta a clase sin razones justificadas, como es la generalidad, tampoco cumple con sus estudios y se ve imposibilitado de participar en la construcción conjunta (medios, compañeros y docente) de sus aprendizajes. Por otro lado, están los que van ingresando al aula como cuenta gotas, cuando termina de acomodarse un alumno en su asiento, enseguida se siente que la puerta se abre nuevamente porque ingresa otro. El clima de la clase queda totalmente interrumpido y por ende la calidad de la enseñanza y del aprendizaje resulta totalmente malograda. Todo esto deja implÃcitamente establecido que el alumno puede cursar la secundaria sin obligatoriedad de asistencia. Esto no serÃa tan grave si el alumno acreditara los conocimientos que supuestamente debe lograr, pero esto no es asÃ, el docente, atado de pies y manos por las directivas superiores, cada vez puede exigir menos a sus alumnos pero, eso sÃ, debe tener un número aceptable de alumnos aprobados, de lo contrario cae toda la culpa sobre su persona.    Â
En este clima de preocupación y desesperanza por el futuro de la Educación Secundaria, y por ende de la sociedad en su conjunto, nos dispusimos a hacer una lectura rápida del documento para lo cual le dedicamos 2 horas. Luego iniciamos el debate.
Observamos que tras unos previos desprestigios de los gobiernos de los 90 y del 2000, el documento explicita el nuevo mandato que se le otorga a la Educación Secundaria, mandato que viene cumpliendo, pero que hoy se pretende legitimar. En este sentido, establece un modelo âinclusivoâ que asegura que todos los jóvenes accedan, permanezcan y egresen de este nivel, con âCalidad Educativaâ, sin explicitar el tipo de calidad. De acuerdo a lo que se viene sosteniendo parece que será de pésima calidad a pesar de lo que pueda enunciar, por ejemplo en el punto 66 donde se expresa. âLa necesidad de una escuela exigente y al mismo inclusiva no puede descansar solamente en el alumno si no existen acciones que supongan auto exigencia del Estado, de la institución escolar, de los docentes y de las familias.â Contradictoriamente, a esta supuesta exigencia compartida, en el punto 104 sostiene: ââ¦debe plantearse un debate acerca del sentido de la evaluación, en tanto que ya no pueden ser validadas las lógicas de la expulsión y el fracaso escolar en un nivel que la ley prevé como obligatorioâ ¿A qué apunta este párrafo? ¿Qué pretende denostar con las lógicas de la expulsión y el fracaso escolar? ¿Cuál serÃa el éxito escolar?
Entendemos que para que la Educación Secundaria pueda responder al modelo inclusivo que plantea debe, antes de ser implementada, modificar su estructura actual. No es con los alumnos en las aulas (entiéndase como âjaulasâ) que se van a lograr aprendizajes de alta calidad. La diversidad de intereses exige que los alumnos puedan organizar sus propios trayectos curriculares, es imposible que todos los jóvenes desarrollen obligatoriamente el mismo. El alumno debe sentir que sus estudios secundarios son su conquista, son los desafÃos que se plantea. Brindar igualdad de oportunidades no significa homogeneizar, significa que cada uno desarrolle sus potencialidades de acuerdo a sus posibilidades. Tener obligadamente a los jóvenes encerrados en una jaula, recibiendo clases de todos los campos del conocimiento humano, significa apresarlos y no contenerlos. Para un joven que sufre la división de su familia pretender enseñarle la âdivisión de polinomiosâ se le puede volver una tortura y qué interés puede tener acerca de la historia de su paÃs o de otros ajenos, cuando no puede resolver su propia historia. Pero, por otro lado, no se puede privar de estos aprendizajes para los que sà están dispuestos a adquirirlos. La realidad actual nos demuestra que la homogeneización de las propuestas curriculares no responde con el nivel adecuado ni para unos ni para otros, mientras que para algunos es demasiado y los lleva al fracaso escolar, para otros es insuficiente y les provoca fracasos en los estudios superiores. Por lo tanto, apoyamos el punto 105 que se refiere a âescenarios alternativosâ y a âacreditaciones gradualesâ, como asà también el punto 55, que hace referencia a âcontemplar nuevos modelos institucionales y propuestas curriculares que prevean diferentes trayectorias formativas en función de la heterogeneidad del alumnadoâ, cosa imposible de lograr con la organización actual, pero consideramos que es importante delimitar las competencias de los tÃtulos y que las mismas deben ser acordes al trayecto curricular optado. Las puertas deben estar abiertas para todos pero las titulaciones deben ser conformes a las puertas que se hayan atravesado.
Plantear y organizar estos cambios son imprescindibles para que la nueva Educación Secundaria cumpla con âla finalidad de habilitar a los adolescentes y jóvenes para el ejercicio pleno de la ciudadanÃa, para el trabajo y para la continuación de estudios superioresâ como lo establece la Ley de Educacional Nacional. Pero, como se planteó anteriormente, las habilitaciones referidas en los dos últimos aspectos, deben estar acordes a los trayectos curriculares optados.
Nos sorprendió notablemente, el punto 118 que sostiene que. âEl reemplazo de los libros por fotocopias constituyó uno de los ejemplos más claros de la decadencia de la educación argentinaâ¦â, como si el problema de esta decadencia hubiese sido originado simplemente por el uso de un material inadecuado y no por las polÃticas educativas que plantean a las escuelas como âguarderÃasâ y no como verdaderos centros educativos. Hacen esta afirmación en lugar de plantear lo que en realidad es, una cuestión ética, una falta de honradez, ya que en todos los textos figura la leyenda: âprohibida la reproducción parcial o totalâ y que desde las escuelas no se deben dar estos ejemplos de corrupción sino que debe enseñarse el respeto a las leyes y las normas. Â
Entendemos que para lograr una Educación Secundaria de Alta Calidad, además de los cambios requeridos en la estructura curricular, son imprescindibles los gabinetes con profesionales especÃficos para alumnos en situaciones de riesgo como se establece en el punto 90 del documento.
Finalmente queremos expresar que deseamos profundamente que la nueva Ley de Educación, en lo referente al Nivel Secundario, no sea el disfraz de una guarderÃa que sólo se preocupe de encerrar a los jóvenes y adolescentes en las jaulas, destruyendo la Educación Pública y propiciando una educación privada. Por nuestros jóvenes y por nuestra sociedad, por los ideales que supimos tener, por los que murieron por la democracia, no demos respuesta a esos grupos egoÃstas que pretenden profundizar el abismo entre dos clases sociales, una elitista con educación privada de alto nivel académico y una clase marginada, falsamente contenida en las jaulas de la escuela pública.
Â
* Lic. en Enseñanza de la Matemática.
|