La suerte está echada dijo aquella vez y para siempre Julio César, en realidad dijo, dicen, alea jacta est (no me quiero meter con lo aleatorio porque después me falta espacio y me arrepiento de haberme ido hacia las nubes de Ãbeda. Que, al final, también derramaban llovizna  sobre el Imperio). Me pregunto cuándo se puede considerar que la suerte, o la mala suerte, esté echada en unas elecciones como las que tendremos en pocos dÃas, considerando que cuarenta y ocho horas antes de pasada elección en Chaco, Ãngel Rozas iniciaba tranquilo la veda, ya que la más seria de las encuestas le daba nueve puntos de diferencia a favor de su reelección, pero el mismo domingo se pusieron cabeza a cabeza y Capitanich, al final, le ganó en buena ley. Notable. Pero más curioso aún, diez de las dieciséis bancas que se renovaban en la Cámara chaqueña, fueron para la UCR.
¿Qué panorama hay en Jujuy, a tan pocos dÃas de las elecciones?
Un escenario confuso y preocupante. Voy por partes o por pedazos, como Ud. quiera:
Barrionuevo-Segura, Frente para la Victoria
Daza-Arnedo, Unión por Jujuy,
Quiroga-Santa MarÃa, Frente por la Paz y la Justicia y
Snopek-Quevedo, Frente Primero Jujuy
(los puse en orden alfabético a partir de la inicial de los apellidos de los candidatos a gobernador; me pareció un orden gráfico justo para eliminar cualquier suspicacia).
Comparten, reparten y disputan el siempre masivo voto justicialista. A nivel de dirigentes el libro de pases estuvo abierto hasta el mismÃsimo último momento. Aún en las puertas del Juzgado Electoral, se bajaron, subieron, amenazaron, sedujeron, desmotivaron, indujeron, castigaron, alentaron y robaron candidatos, sobre todo en el interior.
Menos el Frente del intendente, todos llevan la fórmula Cristina-Cobos, cuyos integrantes, hasta ahora, no se acercaron a Jujuy a alentar a sus divididos seguidores.
Nieva-Baca, Frente Jujeño
La fórmula y las diversas listas recuperaron un tenor radical que desde hace mucho habÃan perdido. En el extremo nacional, está Gerardo Morales acompañando a un peronista como Lavagna, y a la frase anterior, sólo le puede seguir ¿de lo que no responda a las franjas de voto cautivo, la gente en la provincia, va a votar a Cobos o a Gerardo? También estuvieron hasta el último dÃa, pero al final no pasó nada, con dimes y diretes respecto de cambios en las listas de diputados provinciales y nacionales: qué lo subÃan a Pizarro, que lo bajaban a Giubergia, etc. y ya en la cancha, se nota una cierta interna, o contradicción, o cosa vagamente confusa que defino en una pregunta ¿toda la dirigencia radical está trabajando para y por el triunfo de la fórmula Alejandro Nieva-Pablo Baca? Por que hay unos cuantos que parece que no tanto.
Por aparte, realmente es otra historia, los candidatos a intendentes de San Salvador de Jujuy: Calsina, Conde, Jorge, Lozano, Martiarena, Meyer (usé también el orden alfabético) repiten el esquema anterior, con el agregado que el voto radical también se reparte. Aún perdiendo, es sabido, matemática pura, los votos de Capital definen y definen mucho en una general. Ese es un tema. Otro, entre muchos, es que esta comuna es la más importante de la provincia, con todo lo que ello implica, que Ud. sabe y que no voy a detallar aquÃ. La municipalidad, hace ocho años por lo menos, que viene jaqueada por un fortÃsimo desbarajuste administrativo, que empeora sin que se reordene ninguna de las áreas y los servicios son muy precarios. El actual intendente, que aspira a la reelección, tiene como un estilo de homenajes y kermeses, pero de gestión, nada. Y en estas épocas, donde tantas sospechas de corrupción hay, sus acciones están muy señaladas, aunque no se han visto denuncias en firme, hasta el cierre de esta edición por lo menos; sin embargo, a varios dirigentes de peso del Justicialismo les conviene que siga al frente del municipio, inclusive a alguno (son dos en realidad, o cuatro más bien) que aparentan apoyar a Pablo Lozano.
Largada la campaña, y enchasradas de afiches superpuestos (no se pierda la nota de la pág.6) las ciudades y los pueblos. Los pasacalles suben, bajan y flamean entre el cablerÃo. Los jingles de radio y la publicidad por TV van aturdiendo un poco más, dÃa a dÃa. Se multiplican actos, conferencias, charlas, caminatas, debates. Hasta ahÃ, lo de siempre en las dos o tres semanas previas a una elección.
Lo que es distinto, lo que no es lo de siempre, son los crecientes niveles de violencia. El paÃs y la provincia tienen una lamentable historia de violencia polÃtica a partir de los golpes de estado y las diversas formas de reacción popular que se les opusieron, pero en esa fuerte historia, mal o bien, -y para decirlo en pocas y reductivas palabras- la violencia tenÃa que ver con ideas, con formas del pensamiento. Hoy, la violencia polÃtica es exclusivamente la resultante de diversas, paralelas y, en varios casos, asociadas formas de delito, de los más graves delitos. Tiene que ver con la impunidad.
Todos lo sabemos, lo comentamos con amigos y familiares; lo hablamos, algunos, en los medios durante cierto tiempo, pero dejamos de hacerlo porque tenemos miedo. Todo lo que falta en esta nota tiene que ver con la inseguridad personal que siento. Casi todos los candidatos, sobre todo Nieva y Daza, hablan de poner orden y coto a los desbandes, a las agresiones y a la corrupción. Pero nadie le pone el cascabel al gato, y me refiero al discurso, concretamente. Salvo por la irrisoria paradoja que dibuja el actual intendente, que es el que maneja la otra mitad de la hinchada.
Esta nota es confusa, pero no porque esté dirigida a los entendidos. Es confusa como la realidad en la que nos movemos por estos dÃas de octubre.
La verdad es que por primera vez en muchos años, nadie tiene la vaca atada. Más bien la pobre criatura está loca y enferma, pero hasta ahora no la pudieron sujetar.
|