Teatro experimental
Jugando a entrelazar
Ariadna Tabera
No es fácil hacer teatro independiente en Jujuy, no es fácil lograr que la gente vea teatro, no es fácil pero ellos lo construyen en cada función. Beatriz Fernández Salinas, Nilda Rossetto, Fernanda Escudero y Ariel Monterrubianesi de El Ekeko Teatro juegan a experimentar sin palabras, con sonido, imagen y gestos en Entre el azahar.
-Algunos de uds. vienen de otros grupos, de experiencias anteriores, ¿cómo comenzaron a trabajar juntos?
-Beatriz: En realidad, la obra y el grupo vienen juntos. Todo esto surge de una idea que tenÃa yo dando vueltas en la cabeza desde hace mucho tiempo, que era trabajar la fusión del teatro con la música. Y tenÃa un esbozo de lo que querÃa: habÃa personajes en una parada, esperando el colectivo, y les sucedÃan cosas. De ahà empecé a hablar con Ariel Monterrubianesi, porque conformábamos en ese momento el mismo grupo de teatro. Y a partir de ahà entre los dos empezamos a soñar qué otras situaciones podÃa tener la obra, dentro de esta estructura que habÃa pensado, en la que una escena seguÃa a la otra, que estos personajes fantaseaban, o navegaban en sus propios sueños. Empezamos a pensar en los personajes y en los actores, para ver quiénes podÃan ser. Fueron surgiendo nombres, entre ellos el de Nilda Rossetto, que nos conocÃamos del profesorado de Teatro, y también el de Fernanda Escudero, a quien yo no conocÃa. Ariel la propuso porque tenÃa las caracterÃsticas del personaje. TenÃamos los personajes muy claros y en base a eso buscamos a las actrices. HabÃa ciertos rasgos a nivel estético que tuvimos en cuenta.
-Nilda: Fue como un casting.
-Fernanda: Yo tenÃa muchas ganas de hacer algo de teatro. La única experiencia que tenÃa fue con el grupo Incluir, de adolescentes, que funcionaba acá en La Vuelta. Y ese año conformamos La Vaca Teatro, con la dirección de Juan Castro. Después se cortó la onda. Y le decÃa a Ariel que tenÃa ganas de hacer teatro y me invitaron a participar. La primera reunión la tuvimos en diciembre de 2006.
-Beatriz: Para esa reunión, ya tenÃamos un cronograma de trabajo con todas las etapas, por supuesto con la estructura de la obra, porque en realidad es una creación colectiva. A partir de esos personajes cada actor construyó su personaje. No nos vimos en todo el verano y retomamos en marzo, cuando empezamos a trabajar.
-¿Ariel, Fernanda y Nilda ya habÃan trabajado juntos?
-Fernanda: Ariel, Nilda y yo nunca.
-Nilda: Beti y yo sÃ, en el profesorado. Además, yo venÃa trabajando otro tipo de teatro, más bien clásico: Hamlet; Fuenteovejuna, Sueño de una noche de verano, Juan Moreira.
-¿Cómo es el trabajo que hicieron?
-Beatriz: Desde el principio habÃamos acordados dos encuentros semanales de dos o tres horas. A partir de ahÃ, estructuramos el proceso en cinco etapas. La primera, de construcción del personaje; la segunda, en relación al personaje y al sonido, la música; la tercera, con la construcción de las escenas; la cuarta, con la puesta en escena, los ensayos, hacer pasadas; la quinta, paralela a la cuarta, que tuvo que ver con la difusión, la prensa, para la obra. A medida que fue pasando el tiempo, cuando vimos que no llegábamos a estrenar en junio, lo pasamos para agosto, y de ahà pasamos directamente a noviembre. También la realidad te va diciendo muchas cosas; no podÃamos juntarnos siempre, y a la vez, nos iba cayendo la ficha de que la obra tenÃa otro proceso. La creación colectiva es asÃ, un dÃa pueden salir tres escenas juntas, las ideas cierran, estamos lúcidos; y puede haber tres ensayos donde no te sale nada. Son altibajos, que desde mi rol de dirección habÃa que tratar de contener, ayudarlos a pensar en otras cosas para poder salir. En esos momentos también aparecen muchas dudas, sobre si es efectivo o resulta lo que se está haciendo. Además, al estar enmarcada en las nuevas tendencias, es una obra que desestructura un poco: no es lineal, no utiliza la palabra. Fue un desafÃo para todos, que además implicó buscar nuevas estrategias, otras formas de comunicación, desde lo musical, por ejemplo. Además a lo gestual, lo corporal, siempre lo trabajamos muy minuciosamente, porque al nos estar la palabra tenÃa que haber una proyección mucho más fuerte del cuerpo con su potencial expresivo. El mecanismo de los ensayos era a base de improvisaciones. La tarea para la casa siempre fue ideas para las escenas, etc., para los personajes, teniendo presente que tenÃan que atravesar por sueños e ideas. Trabajamos mucho desde la teorÃa de Raúl Serrano, que propone ver al personaje desde un pasado, desde su propia historia, como una forma de construirlo, con un bagaje de conocimientos. Asà fue como salieron Erica Sanz, Isidro Machaca y Silvia.
-Fernanda: Hicimos por escrito toda la historia de cada personaje, las caracterÃsticas, su cosmovisión. Trajimos el personaje que cada uno inventó descripto hasta el detalle más mÃnimo, incluso asà podÃamos explicar por qué se movÃa de determinada manera, por qué actuaba de determinada manera.
-¿Cómo les resultó trabajar con un texto sin texto, sin palabras?
-Nilda: Era justamente lo que yo querÃa, dejar la palabra. QuerÃa trabajar el cuerpo. A mà me resultó muy interesante, poder comunicar sin palabras, con los detalles de movimiento, de gestos, etc. Eso fue un desafÃo fuerte. Me sentà muy acompañada en todo este proceso, por mis compañeros y por la dirección. Trabajé con muchas ganas, a pesar de que a veces, uno se bloqueaba y las cosas no salÃan, pero por dentro la cosa se va moviendo lo mismo, aunque no parezca. Y de pronto sale algo fantástico.
-Fernanda: Para mÃ, esta primera experiencia, con un elenco de actores a los que admiro y que habÃa visto antes, todo lo que aprendà fue increÃble. Además, empezar con una obra sin texto, con todo el trabajo corporal que eso implica, fue formidable.
-Ariel: Todos nosotros venimos mucho de la palabra. Fernanda viene de las letras, Nilda, de todas obras con texto, yo, que trabajo con comunicación y con imágenes, era muy desafiante y atrayente a la vez; muy interesante. Además, era no ver lo que uno mismo hacÃa ni lo que los otros, ni poder usar la palabra para explicar. Entonces, habÃa que ver qué pasaba con el cuerpo en esas situaciones, también por eso el proceso se alargó, porque en un principio lo habÃamos planteado en tres meses; querÃamos que la obra se cierre y estar conformes.
-Fernanda: Poder explotar más las posibilidades.
-Ariel: A pesar de que ya estrenamos el año pasado, seguimos trabajando para explotar esas posibilidades corporales, expresivas y sonoras dentro de la estructura de la obra.
-Beatriz: Tuvimos una etapa muy larga en exploración sonora, haciendo juegos, buscando. Y al principio, no se volcaba todo ese trabajo y esos descubrimientos en los personajes. Yo les decÃa que en algún momento eso iba a pasar, y asà fue. Todo se fue incorporado de a poquito: juegos, cantos, ejercicios, incluso en las primeras funciones de este año, se fueron soltando más. Fue un trabajo muy minucioso y además trabajamos mucho lo visual, cómo se veÃa cada cosa. Los detalles están trabajados hasta lo más mÃnimo: cómo está parado cada personaje. Está muy cargada de imágenes Entre el azahar.
-Fernanda: Como el tÃtulo, que está cargado de significados, un enigma.
-Beatriz: No tenÃamos nombre para la obra. Y estuvimos bastante tiempo pensando; en algún momento surgió que tuviera nombre de una flor. Para trabajar con el olfato también, poniendo perfume en la obra. Y ahà salió azahar, y asà surgió el nombre y decidimos incorporar la flor como un signo fundamental, que apareciera en todas las escenas y las uniera. Asà fue como la flor se convirtió en un hilo conductor, en un eje. Ahà terminó de cerrar la obra.
-Ariel: Esto es lo interesante del teatro de creación colectiva, porque más allá de que esta vez la Beti haya hecho el personaje de directora y coordinadora, estamos todos en todo. Para cada escena en la que pensábamos los cuatro venÃamos, cada uno con propuestas.
-Beatriz: El proceso en ese sentido estuvo -creo- bien guiado, porque si no hubiera existido esa primera etapa de pensar el personaje, no habrÃa podido haber tampoco las ideas y los sueños de ese personaje. Todo resultaba poco en esa etapa: habÃa que saber si el personaje tenÃa hijos, si le dolÃa algo, no sé. Todo.
-¿Cómo les resulta a cada uno convivir con esos personajes?
-Fernanda: A mà me divierte mucho. Reniego igual que mi personaje.
-Ariel: Lo que tratamos de hacer todos es desprendernos lo más que pudimos de nosotros mismos. Porque, más allá de que a mà me digan 'asà vas a ser vos cuando seas viejito', el Isidro tiene una historia totalmente diferente a la mÃa, es un inmigrante boliviano, con otros tiempos, una oposición a lo que es mi vida cotidiana. Los tres personajes son totalmente opuestos a lo que son nuestras vidas.
-Fernanda: Hemos logrado desdibujarnos.
-Ariel: Y eso era parte de nuestro trabajo como actrices y actor, y el trabajo de la Beti, diciendo 'para la próxima hay que ponerle nombre, decir de dónde viene...'.
-Beatriz: Una de las cosas más claras de esta obra, su base, es el concepto. A esos tres personajes se les buscaron los defectos, porque en la obra iban a sobresalir sus defectos por sobre sus virtudes.
-Fernanda: Las miserias humanas.
-Beatriz: Y que no se comuniquen entre ellos. Los tres personajes comparten un espacio pero no se comunican. Y todos potencian sus defectos de acuerdo a la creación de los personajes. También ahà estaba la coordinación; tenÃa que haber contrastes entre los tres personajes, los tres son horribles y muestran sus pestes y cada uno desde su cuna. Todo el tiempo fue resaltar eso, y es lo que trabajamos a full. Por eso uno de los ejercicios que hicimos fue incorporar un animal, qué animal serÃa cada uno. Erica, por ejemplo, es el cuervo y cuáles son las razones de esto. Y a partir de ahÃ, de ese animal, van apareciendo rasgos del personaje, como la mirada. En realidad, habÃa para cada personaje tres animales: marino, terrestre y acuático. Erica, por ejemplo, era un caballito de mar, entonces, la postura fÃsica refleja esto; en cuanto a lo interno, a la personalidad, era un cuervo; en Isidro, el gorila, en Silvia, la rata. Y todo esto enriquece mucho al personaje.
-¿Qué les pasa una vez que se estrenó la obra, es decir, cómo es esta etapa, en que vuelven a ponerla en escena?
-Fernanda: Para mà siempre es un desafÃo. Y como además estamos cada vez agregando detalles, siempre es como un estreno para mÃ.
-Beatriz: Cada uno tiene distintas experiencias. por ejemplo, la escuchaba a Nilda decir que en sus obras anteriores, ellos llegaban espléndidos al estreno, habÃan hecho la pasada completa de la obra. En mi historia nunca pasó eso, nunca tuve la posibilidad de hacer un ensayo con todo. Pero con esta obra sÃ, hicimos ensayo general con sonido y luces. Y después, siempre pensando en qué pasará con el espectador.
-Fernanda: Por lo jugado de la obra.
-Beatriz: Pensaba si se entenderÃa todo lo que querÃamos decir. Y sÃ, tuvimos buena respuesta. Hemos hecho ya 10 funciones.
-Ariel: Más allá de que en esta segunda etapa empezamos a ensayar y a modificar ciertas cosas que consideramos que se pueden mejorar, creo que el teatro tiene mucho que ver con la cuarta pared, que es el público. A mà me pasa que cuando tengo un público, que no importa si es especializado o no, si hace lecturas o no, que disfruta de lo que estamos haciendo, nuestra energÃa funciona diferente; la retroalimentación del público con los actores es diferente; la energÃa es diferente; las funciones salen diferentes; nosotros nos sentimos diferentes. depende mucho del público. Por ahà hay cinco personas, pero están disfrutando lo que ven y la están pasando bien, o llenan ese espacio que ocupan 50 personas, y sale una función bárbara. A veces, la sala está llena y están todos que parece que se han metido un palo en el culo y la energÃa no fluye. Eso se nota muchÃsimo. También cuando nosotros venimos descansados, cosa que no sucede a menudo, porque hacemos teatro vocacional y no vivimos de esto, sino que tenemos múltiples tareas, también es diferente. Ahora, creo que está funcionando mucho el boca en boca, a pesar de que crear público para teatro independiente en Jujuy es muy difÃcil, siempre nos vemos los mismos, circulamos los mismos. Además, teniendo en cuenta que nuestra propuesta es experimental desde lo visual y lo sonoro, que trabajamos con las miserias humanas y con un modo de incomunicarnos a través de otro modo de comunicarnos, más allá de todo eso, ha empezado a prender, y viene más gente, otra gente.
-¿Cómo trabajan la difusión?
-Ariel: Hacemos gestión como podemos; somos nosotros mismos los que hacemos la prensa, los mails, la difusión. No tenemos guita para pagar a un productor para que se encargue de la prensa; cosa de que más allá de que no hayamos previsto, también tiene que ver con una cuestión de que algunas veces, entes nacionales como el Instituto Nacional de Teatro, a los que uno presenta los proyectos, más allá de la trayectoria del grupo, de cada uno, el jurado considera que lo que uno propone no tiene por qué ser subsidiado, que es lo que nos pasó ahora, y no nos dieron un mango. Entonces, todo está hecho recontra mil a pulmón.
-Beatriz: Y con una dificultad que tuvimos, que es que este año no contábamos con un espacio para ensayar. TenÃamos programado hacer las funciones desde abril, y las tuvimos que suspender por esto. El espacio que tenÃamos -a veces- el año pasado se cerró, se cerraron muchas puertas. Y es un problema muy grave de casi todos los elencos de Jujuy. Nos frustró mucho tiempo, hasta que pudimos venir a ensayar en La Vuelta del Siglo. La obra nunca termina de crecer, no es que nos encontramos dos horas antes de la función; todo lo contrario, ensayamos durante la semana, para poder madurar la obra.
-¿Piensan hacer funciones en otras partes?
-Beatriz: Esa es la idea, después de agosto, a otras provincias y a otras ciudades. En Jujuy hacemos dos funciones por mes todos los meses. Ahora, en junio, nos tocó los viernes.
-Ariel: La idea es ir variando los dÃas porque hay públicos diferentes.
-¿Hay apoyo del Estado para trabajar?
-Ariel: Los elencos independientes no tenemos lugar donde hacer funciones, porque la única sala es ésta de La Vuelta del Siglo. Lo que no quiere decir que si uno no gestiona espacio en la Sala Galán, no lo pueda obtener. Pero la verdad es que el estado es deficitario en cuestiones que tienen que ver con el arte, con la cultura. La mayorÃa de los grupos independientes prefieren La Vuelta del Siglo porque es un espacio hecho por teatreros independientes, que saben cuáles son las miserias por las que atravesamos, por eso también eso ayuda a que uno se aliviane el trabajo; cosa que en el estado no pasa. Si uno va a concretar algo en el Teatro Mitre, que además es para elegidos porque hay que pagar, el año pasado, $ 500 de alquiler de sala mayor; en la Sala Galán no te cobran pero tampoco te hacen prensa. En La Vuelta hay quien haga un poco de prensa, quien mueva ciertas cosas, porque saben cómo es, por lo que pasamos los teatreros. A nivel municipal es lo mismo.
-¿Tuvo algún efecto que ustedes vieran la ley de Teatro que presentó el diputado Baca?
-Ariel: La verdad es que no sé mucho sobre esto. Sà se que se está trabajando y que la mayorÃa de los elencos la está apoyando, porque parece que eso mejorarÃa la situación porque se dedicarÃa cierta parte de dinero, de impuesto creo, para desarrollar el teatro, lo cual estimularÃa la actividad independiente. de todas maneras, como siempre hay mucho ruido en época de elecciones y después pocas nueces. Es más hay gente como Baca, o como el intendente Chuli Jorge, que asiduamente van a ver teatro independiente, y, sin embargo, la Municipalidad tampoco ha convocado a los grupos independientes para ver qué se puede hacer, qué se les puede ofrecer para hacer una gestión conjunta, porque tampoco es que queremos que el Estado nos regale todo, sino que nos apoye un poco. No se ve ninguna apertura para convocar y ver qué podemos hacer juntos. No puede ser que Jujuy no tenga un elenco estable de teatro, de comedia, de danza, una orquesta...
-Está la Orquesta Infanto Juvenil, que es elogiada por músicos del mundo y que no logra tener un espacio propio para desarrollarse como una gran escuela que es, para ensayar, con 200 chicos en Jujuy y 45 en Maimará (Ver nota en página 34). Y el estado sólo paga los sueldos de los maestros.
-Ariel: Comparemos con otras provincias, que tienen elencos estables, como Córdoba, Salta, etc. Catamarca, que es una provincia reventada igual que Jujuy, tiene elenco estable, con actores a los que les paga para hacer teatro.
-Fernanda: No sólo es el teatro, hablemos de literatura. Invitan a escritores a encuentros nacionales y tienen cómo financiarse los pasajes, y son dos. Tienen que andar llorando por todos lados para lograr algo y eso que van a representar a la provincia. No hay una polÃtica desde el estado que avale las cuestiones artÃsticas.
-Beatriz: Tenemos mil ideas, pero no podemos plasmarlas, porque sólo tenemos los martes para ensayar. Tampoco podemos hacer funciones todos los fines de semana, porque al ser ésta la única sala independiente hasta te piden si no podés sacar una función para que otro grupo pueda trabajar. Hay que ser solidario con los otros elencos.
-¿Qué pasa con La Gruta, por ejemplo?
-Beatriz: Para esta obra el espacio no daba.
-Ariel: Si bien es una sala que en algún momento tuvo subsidio del INT, y no sé si ahora tiene, la predisposición que hay de la gente que maneja los espacios, también es importante y tiene que ver con donde uno se siente cómodo para trabajar. La mayorÃa de los elencos creo que no elige La Gruta no porque está en un lugar fuera del centro (porque en Jujuy todo tiene que estar entre los dos rÃos, sino parece que quedara lejos), sino por una cuestión de onda. Más allá de que los que manejan La Gruta son de teatro y danza, parece que fueran de otro palo: no van a ver los espectáculos de otros elencos, no se juntan con otros elencos. Es como si no estuviera, es complejo el abordaje de ir a conversar con EfraÃn, porque parece que no fuera del palo.
-Me quedó algo en el tintero, la escenografÃa, el vestuario.
-Fernanda: Es una banqueta. Por eso mismo necesitamos un espacio con mucho juego para las luces y el sonido.
-Beatriz: Los personajes tampoco tienen vestuarios llamativos, porque eso no tendrÃa nada que ver con la propuesta estética de la obra. Se trabajó con colores tierra que neutralicen al actor para que se luzca. Y no sé si hay tanta lógica ni tanto fundamento. Andrea Lis hizo el diseño de luces y la confección y diseño del vestuario, a partir del trabajo con cada actor y su personaje. Los chicos hicieron un boceto del vestuario, a partir de lo que se habÃan imaginado. Fue respetar mucho a cada personaje, cuidarlo.
-Fernanda: Todo eso apuntaba también a lograr un composé en los colores de todos, buscábamos conformar un conjunto.
-Beatriz: El maquillaje se lo dejamos a Noemà Salerno, con un diseño muy sencillo, más bien naturalista.
-Ariel: Como la propuesta teatral tiene mucho que ver con el trabajo teórico de Catalán y Serrano, con el trabajo de ellos como dramaturgos, mucho que ver con el lenguaje gesticular, con el lenguaje corporal. Y la espacialidad es más intimista, más cercana porque sino el público se pierde de las pequeñas acciones que cargan de significación y sentido la obra. Si tuviéramos cien personas en una sala no nos favorecerÃa (y si hay algún elenco que logra tener esta cantidad público, lo aplaudo), el último espectador se perderÃa la riqueza construida del personaje.
-Beatriz: Nos interesa que el último espectador entienda perfectamente lo que queremos decir, igual que el que está en primera fila, asà no ganemos más en la cuestión económica. Cuidamos mucho los detalles y los trucos.
Ficha técnica
Obra: Entre el azahar.
Argumento: Tres personajes se encuentran esperando su transporte. Durante la espera, se plantean en cada uno de ellos situaciones introspectivas, en relación a sus recuerdos y vivencias, sin plantear formas de comunicación verbal. El paisaje sonoro irá mutando y modificando las actitudes de los personajes y el transcurrir del tiempo. Un final inesperado, todo está dentro de nuestra rutinaria imaginación en un mundo globalizado y perturbado.
Actores: Nilda Rossetto, Fernanda Escudero, Ariel Monterrubianesi
Dirección: Beatriz Fernández Salinas.
Edición sonora: Horacio Roel.
Diseño y confección de vestuario: Andrea Lis.
Producción: El Ekeko Teatro.
Idea original: Beatriz Fernández Salinas.
Diseño y operación de luces: Andrea Lis.
Operación de sonido: Beatriz Fernández Salinas.
Diseño de maquillaje: Noemà Salerno.
Imagen: Ariel Monterrubianesi.