Para el intendente de Libertador Marcelo Llanos, hay indicios muy claros de un cambio de actitud en la gente que ahora exige a los polÃticos dejen de gobernar para unos pocos para ocuparse de resolver los problemas del conjunto. En una entrevista en la radio, el jefe comunal - que va por la reelección en las listas del Frente para la Victoria- con ciertos desacuerdos incluso con su propia postulación porque defiende el principio de alternancia en el poder, dejó claras definiciones sobre la situación interna del Justicialismo y advirtió que la conducción partidaria local no deberÃa subestimar las señales que afloran del electorado en distintos puntos del mapa polÃtico argentino. El negro panorama de los municipios, âdependientes en lo polÃtico y financiero del Poder Ejecutivo, los entrometimientos del Poder Judicial en la autonomÃas comunales, los hijos y entenados en este esquemaâ, son parte del diálogo con el que se considera uno de los mejores intendentes de la Provincia.
-El Peronismo va dividido en tres sectores, ha habido muchas cosas complicadas en la interna, algunas de las cuales te tuvieron de protagonista. Y creo que van a seguir los enrredos hasta las generales.
-Primero creo que respecto de algunas de las cosas que criticamos al Partido, lamentablemente el tiempo ha terminado dándonos la razón. Planteábamos que esta manera de conducir, en la que unos pocos deciden e imponen sus decisiones a una gran masa peronista, podÃa tener inconvenientes, fundamentalmente para contener a muchos compañeros. Es evidente que esto ha pasado; vemos que existe una fuerte atomización. Hay candidatos que tienen indudables raÃces justicialistas, tienen sentimiento peronista pero han decidido ir por afuera del partido. Hago una distinción entre Rubén Daza y Carlos Daniel Snopek. Respeto a los dos, pero Daza -si bien llegó al cargo de diputado nacional por el Justicialismo- inmediatamente planteó algunas diferencias y hace cuatro años que trabaja desde el frente que formó, mientras que Carlos Daniel Snopek, cuando nosotros planteábamos que la ley electoral se debÃa modificar, que no se debÃa retroceder, nunca le escuchamos una crÃtica, pero luego, cuando se conformaron las listas, recién salió a plantear sus diferencias. Pero más allá de lo que ha pasado con Snopek y con Rubén Daza, creo que el Justicialismo necesita y merece un debate interno profundo que en algún momento se tiene que dar, tiene que retornar a sus raÃces, tiene que respetar más a la militancia, tiene que entender que el Partido no es de propiedad o para beneficio de unos cuantos; que es una herramienta polÃtica para tratar de solucionar los problemas de la gente. Cuando uno mira lo que está pasando en la República, se advierte un cambio en la mentalidad de la gente. Ha pasado en Misiones, cuando se convocó a la Constituyente para modificar la Constitución y hubo un gobernador que se quiso perpetuar en el poder; pasó en Tierra del Fuego donde parecÃa ser que tenÃamos la vaca atada y evidentemente alguien le abrió la tranquera a la vaca; en Capital Federal donde se jugó muy fuerte y nos terminó ganando un hombre de centro-derecha, por llamarle de alguna manera; los ejemplos más recientes de Córdoba y Santa Fe.
 -Lo de Capital Federal inició como una cadena de necedades.
-Asà es. Con una imagen muy negativa, Macri terminó revirtiéndola y la gente lo eligió. Todo este tipo de cosas tiene que hacer entender que Jujuy no es una provincia que esté aislada de lo que pasa en la sociedad polÃtica argentina y que a nosotros también se nos puede escapar la vaca. La gente le está exigiendo a la polÃtica un cambio de actitud; que deje de privilegiar a un pequeño grupo y que empiece a pensar en la gran mayorÃa, en cómo le solucionamos los problemas a la gente. Espero que la fuerza de nuestro partido, con la vitalidad que tiene en sus militantes del interior, -a los que se va a ir a buscar ahora; no los fue a consultar pero sà se va a ir ahora a buscarlos para que le pongan el lomo al Partido- sirva para poder sacar a la Provincia de algunas cosas que nosotros como gobernantes no hemos podido solucionar y de las que tenemos que hacernos cargo.Â
-Barrionuevo y Segura salen muy poco a hablar por los medios de lo que piensan hacer si llegan al Gobierno; como si no se dieran cuenta que la gente quiere escuchar propuestas claras.
-Sobre ese tema fue una de las primeras conversaciones que tuve con Walter Barrionuevo. Ãl tiene muy en claro lo que hay que hacer; coincidimos en muchos de los planteos, por ejemplo, que no sirven las ideas y los proyectos, si no los conoce la gente. Está bien, nosotros como dirigentes podemos ser un agente multiplicador de la propuesta, pero la gente la quiere escuchar de la boca de sus dirigentes.
-Durante las internas, advertimos que habÃa gente en la recontra-interna que no apostaba a los candidatos de su propio sector, sino que hacÃan cosas extrañas. Hay uno que en Susques sacó 200 votos y cada uno de esos votos le deben haber costado mil pesos.
-Es lo que no sirve, porque es tan efÃmero. Hoy la sociedad polÃtica argentina está observando el languidecer de los partidos; la gente apuesta al trabajo en serio. Creo que tenemos que dejar de pensar que acá puede servir el aparato el dÃa o la semana de la elección o en la campaña polÃtica. Acá la gente va a votar a la persona, va a votar la propuesta y el nivel de compromiso. En una elección, porque si se llega a través de una âgran inversiónâ no se contará con ningún tipo de sustento popular o llegar con una base mercenaria que después, al momento de gobernar, se termina convirtiendo en un castillo de arena. Creo que hay que convencer a la gente; la gente nos tiene que votar convencida.
-¿Vos te sentiste vÃctima de algunas operaciones estrambóticas en la interna?
-SÃ. ¿por qué negarlo? Algunos se molestan, pero yo no me guardo nada de lo que siento. Nos hicieron algunas travesuras, algunas trastadas y también es cierto: nosotros, todo el grupo, renunciamos a los cargos partidarios, no somos más autoridades del partido, somos simples militantes porque no estuvimos de acuerdo en cómo se fiscalizó, cómo se llevó adelante todo el proceso de control de las elecciones internas y esto no sirve, termina desnaturalizando al Partido.
-Vos apuntaste en algunos medios que habÃa que modificar la lista de diputados provinciales.
-En una lista donde de los doce primeros candidatos, diez son de Capital; a algunos no tengo el gusto de conocerlos todavÃa, por lo que me parece que no es del todo representativa. Tampoco veo a todos los candidatos a diputados trabajando. Ahora nos están buscando a nosotros, a los intendentes, a los dirigentes de los Departamentos, para que otra vez salgamos a poner la cara y yo tengo que estar convencido de por qué le voy a pedir a la gente que vote a determinado candidato, porque sino todo se desnaturaliza.
-Te pregunta un oyente ¿estando en una fórmula con un comerciante, que le importa ganar como en su empresa y no con quién, te sentiste usado?
-Usado no, pero desilusionado sÃ. Siempre digo que no es malo creer, no es un defecto creer; es una virtud. Creo que el defecto lo tiene quien traiciona esa fe, pero en polÃtica -que no es como un comercio-, las mentiras son como cheques en blanco que después agotan el crédito y esto tiene una trayectoria corta. Pero ya está; he superado ese tema, trabajo por el Justicialismo porque soy justicialista; reniego, soy un crÃtico dentro del Partido, pero creo que hay que trabajar con fuerza. Me voy a poner la campaña al hombro en mi zona y voy a salir a trabajar como siempre lo hice. Lamentablemente, muchas veces estos esfuerzos no son considerados del todo, no por la gente. Yo siento el afecto de la gente en el lugar donde trabajo. Pero a veces, cuando llego a Jujuy, muchas veces me encuentro con que hay un funcionario del otro lado del escritorio que nunca he visto, que no sé quien es y que tiene hasta un trato frÃo, indiferente, y que no tiene sensibilidad para con la gente. A mà me gustarÃa que el reconocimiento le permita de pronto a uno poder agilizar o abrir puertas para llegar con soluciones a las poblaciones del interior; sé que en Capital también hay gente que se siente excluida y tiene grandes demandas, pero en el interior es mucho más fuerte.
-Se dice que Ortiz y vos son los mejores intendentes que han tenido Palpalá y Libertador en mucho tiempo. Tu apuesta a la reelección ¿qué implica? A comienzos de año vos decÃas que preferÃas que fuera otro el candidato a intendente.
-Lo he intentado y he luchado se me cerraron las puertas para poder integrar la lista de diputados provinciales; debe ser que los que la integran son todos mucho mejores candidatos que yo. Pero lo he intentado con todas las fuerzas; me mostraron encuestas que determinaban que me tenÃa que presentar a una nueva reelección en Libertador, lo cual va en contra de lo que pienso.
-Ah, creà que las encuestas determinaban que no tenÃas votos para estar en la listaâ¦
-No, lo que pasa es que la alternancia en el poder es buena. Uno también tiene que buscar otros horizontes, otro tipo de trabajo donde pueda sentirse más útil, pero yo tomo con mucha fuerza este desafÃo. Hemos trabajado mucho con la gente, fundamentalmente de los barrios y estoy haciendo una apuesta esta vez, que me puede salir bien o me puede salir mal: no voy a bajar aparato polÃtico el dÃa de la elección, yo no voy a contratar remises ni voy a entregar mercaderÃa. Voy a ver si esto tiene algún resultado positivo o no. Lo que sà vamos a hacer el dÃa de la elección, es poner una lÃnea de transporte urbano de pasajeros con colectivos, para que la use todo el mundo que quiera ir a votar para ayudar de alguna manera a que sea la concurrencia mayor en Libertador, porque hasta eso hemos notado, hay mucha gente que está dejando de ir a votar, lo que es bien preocupante. Creo que nos quedan todavÃa muchos desafÃos, muchas cosas inconclusas en Libertador y no quiero ser un intendente que se vaya porque hizo cordón cuneta en la ciudad, sino que quiero llevar otras cosas que son importantes y para eso estoy luchando, por ejemplo, por el camino que va a unir las Yungas con la Quebrada; la Multitrocha San Pedro-Libertador; tres nuevos puentes que nos faltan en la zona; la sede de tribunales.
-¿Qué hay que hacer, aparte de una Ley de Coparticipación, para que los municipios puedan funcionar mejor?
-Primero: modificar la Constitución para terminar con las reelecciones indefinidas, porque sino después se terminan instaurando castas que no dejan que nada crezca. En segundo lugar, deben contar con los recursos necesarios. En el paÃs, hubo una gran discusión doctrinaria sobre si los municipios eran entes autárquicos o autonómicos. Después del caso Rivademar, se estableció que la Corte, que habÃa estado muy dura con los municipios negándoles este derecho, reconoció una verdad que se le venÃa encima, la autonomÃa de los municipios.
-¿Cuál es la diferencia entre autonómico y autárquico?
-Autonómico es quien puede dictar sus propias normas, independientemente, mientras que en la autarquÃa, está dependiendo de otro poder superior; viene a ser como un organismo descentralizado, lo que en realidad no es, ya que las comunas son organismos de tercer grado. Lo que pasa es que en el paÃs están subvertidas las cosas. Las provincias son pre-existentes a la Nación y sin embargo, tienen facultades recaudatorias que han ido delegando en la Nación. Hoy en el Congreso, los muchachos levantan la mano, se convierten en una oficina del Poder Ejecutivo, nadie se anima a exigir algo que desde el año â96 se deberÃa haber sancionado, que es una ley de coparticipación federal de impuestos, como decÃas. Tenemos un estado nacional con cajas super millonarias y provincias famélicas que tienen que ir a pedir limosna al poder central. A su vez, en todos los proyectos de coparticipación federal que se han presentado a nivel nacional, poco o nada se dice sobre la autonomÃa municipal, porque también las provincias se quejan de que no tienen ley de coparticipación pero se la niegan sistemáticamente a las comunas. También se debe dejar de tutelas a los municipios. No puede haber hijos y entenados. Acá en Jujuy, hay municipios a los que les han perdonado todos los zafarranchos que han hecho: tomar más personal, aumentar categorÃas, meter la familia al municipio, tomarlo como si fuera un kiosko propio, total todos los desajustes financieros se los cubren desde la Casa de Gobierno. Y aquel que no aumenta la planta, se pelea con los gremios porque no quiere asumir compromisos que afecten las arcas, trata de ser prolijo, a ese se lo castiga y cada vez queda más atrasado con su coparticipación. Hay que darle libertad a los municipios y aquel intendente que haga mal las cosas, que la gente con su voto tenga la oportunidad de poner las cosas en su lugar o establecer algo que nosotros planteamos en torno a la reforma constitucional: el instituto de la revocatoria del mandato. Si están tan mal las cosas, que haya un mecanismo que diga: âte elegimos por cuatro años pero nos fallaste, te tendrás que ir antesâ.
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