En Jujuy existe un grupo católico de oración que, conducido por el sacerdote Gustavo Barrientos, da fe de sanaciones a través de plegarias e imposición de manos. Confiesan que sus vidas cambiaron para siempre después de escuchar el llamado de Dios, con el que se encontraron en medio de experiencias de profundo dolor y desesperación. En esta extensa entrevista en la radio, los testimonios del religioso jujeño radicado en México y ex párroco de la Catedral de Jujuy; de tres miembros del grupo y de una joven que asegura estar curándose de una grave afección renal.
Barrientos, muy duro y tradicionalista respecto de la liturgia y de los fueros de la Iglesia Católica, sorprende -sobre todo por la amistosa calidez que transmite- cuando dice, inapelable y cerrado como un monje medieval, que los millones de budistas están equivocados y quienes no están en la Iglesia de Pedro no tienen esperanza porque no han descubierto que âCristo es el único puenteâ.
-Me gustarÃa que usted le explique a la gente, de qué se trata la misión a la que está abocado.
-En primer lugar, nosotros recibimos un llamado a predicar lo que es el Primer Anuncio, que es anuncio de la pasión, muerte y resurrección de Cristo; más que nada, cómo se va fundando la Iglesia a través de la predicación de los apóstoles. Hemos tomado todos los elementos de su predicación y asà también nos van acompañando los signos de sanación y de liberación. Hemos iniciado este trabajo a través de una experiencia personal.
-¿Cuándo le pasó eso? ¿cuando sintió ese llamado?
-Estando en la Catedral, tres años antes. Fue algo también medio compulsivo, porque no entendÃa mucho qué es lo que me estaba pidiendo el Señor. Empezamos a descubrir esto con un grupo de oración y también con un aspecto en el que yo me vi muy afectado por una brujerÃa, por una maldición, que venÃa a nivel intergeneracional. El trabajo fue algo muy duro para poder liberarme, porque eso implicaba mucha oración y a la vez mucho trabajo de abandono hacia el Señor y a la vez mucha obediencia a él. Creo que en ese tiempo, lo más fuerte que recibà fue esa experiencia de las visiones que Dios me daba, de las que Dios me hablaba. Algo que mucha gente no cree. En Colombia es algo ya muy aceptado, pero aún asÃ, los grandes racionalistas de nuestro tiempo lo niegan. Más bien lo ponen como una cuestión de histeria o de bipolaridad, pero realmente lo que a nosotros nos dio el Señor, fue el hecho de poder anunciar y también de saber percibir dónde está la obra del Maligno y poder combatirla, ya que hay mucha gente que se muere, que se suicida, que vive en un estado depresivo. Hay tres aspectos fundamentales que han nacido a finales del siglo XX y principios del XXI, que son las adicciones, las fobias y la violencia social.
-Cuándo lo llaman para hacer un exorcismo, a usted y a los otros sacerdotes, ¿de qué forma diferencian lo que podrÃa ser un tema meramente psiquiátrico de una cuestión diabólica?
-Hay ciertos aspectos dentro de las manifestaciones que hablan de que no es solamente un caso paranormal o psiquiátrico. Cuando hay personas que tienen un conocimiento de cosas que los demás no tienen, cuando el demonio toma ciertas áreas. Es terrible ver cómo el demonio posee a la persona, no de una manera total, porque, por el mismo bautismo, difÃcilmente seamos poseÃdos totalmente, pero hay ciertas áreas en donde enajena a las personas en los pensamientos, los bloqueos mentales, hasta problemas fÃsicos como el cáncer, lupus y otras enfermedades.
Entonces, a nosotros el Señor nos hizo poder diferenciar y siempre empezamos el proceso de liberación con la oración. Ahà sabemos si es algo psiquiátrico o que ha sido colocado o es por ritos. Cuando el Señor nos ha revelado que era por ritos que habÃan practicado, esa gente dijo que sà o tiene familiares que han estado muy involucrados en ritos que no tienen nada que ver con Dios, sino con el demonio, cosas del ocultismo y la brujerÃa. Más que nada, para nosotros el termómetro que nos permite saber que una persona está poseÃda es por lo que Dios nos va revelando a través de la oración. No lo discernimos, digamos asÃ, la sintomatologÃa que tenemos es eso, la enajenación, el hecho que esa gente siente como fobias a ciertos lugares, no pueden dormir, por ahàposeen una fuerza tremenda, tienen conocimientos del pasado realmente impresionantes.
-De distintos lugares de México lo están llamando, ¿se trata de casos de gente que está mal por estos temas?
-Por estos temas y también por el tema de la sanación. Nosotros, una de las cosas contra las cuales luchamos fue el tema de la devoción a la Santa Muerte, que está muy difundida. Desde allà nació y se extendió por toda Latinoamérica. Vimos gente que pedÃa a la Santa Muerte y después se le morÃan familiares. En la mayorÃa de los casos entraban a tener ataduras económicas, empezaban a tener ciertas inestabilidades mentales, que pueden ser corroboradas por la psiquiatrÃa. Pero por los frutos, nosotros vemos cuándo una persona se sana, porque hasta el mismo psiquiatra le da el alta médica. Los mismos psiquiatras se sorprendieron al ver gente que salÃa de sus problemas porque ellos ya diagnosticaban una bipolaridad crónica. Gente que hoy está viviendo una vida normal. Es más les fueron suspendiendo la medicación y están perfectamente.
-¿Qué opina de esta postura del Papa Benedicto respecto del tema de volver al latÃn en la misa, que para algunos tiene algo regresivo?
-Es que la traducción de la Vulgata ha ido haciendo perder cierta fuerza a las palabras; hay ciertas palabras en latÃn que tienen mucha fuerza para combatir al enemigo, pero que van perdiendo su fuerza, como pasa con la traducción del hebreo al griego, del griego al latÃn y del latÃn a los idiomas actuales.
-Se van distorsionando.
-Creo que debido al gran conocimiento que tiene el Papa, porque ha sido uno de los grandes defensores de la doctrina, sabe lo que está diciendo. Con el Vaticano II se han abierto muchas ventanas, pero también entró la desacralización de ciertos aspectos, se está socializando el Evangelio y las comunidades eclesiales muchas veces se han convertido en comunidades de base.
-¿Cómo miran, usted y los otros sacerdotes con los que trabaja a las otras religiones. Por ejemplo, a una religión como la budista, que fue la única que -hablando de lo institucional y no de la fe- nunca generó una guerra?
-Creo que es semilla del verbo, como decÃa muy bien el documento de Puebla, pero también hay mucha confusión en el hecho de que son politeÃstas y entonces, ellos tienen sus espÃritus, sus devociones, sus códigos que son distintos y hoy por hoy los están manipulando las sectas satánicas, porque dentro de todo están engañando a la gente, con el tema del yoga, con, digamos asÃ, ritos, ejercicios y otras cosas que inspira el Maligno.
-¿O sea que la única verdad está en la Iglesia Católica?
-Hay semilla de verbo en las otras religiones, sino no hubiéramos podido llegar, digamos asÃ, a evangelizarlas, y va a ser asà hasta que se den cuenta que Cristo es el único mediador, el único puente.
-Le pregunta una oyente: â¿por qué otras religiones como los evangelistas o los mormones tienen en Jujuy cada vez más adeptos y seguidores?, ¿qué pasa con la Iglesia Católica que a veces parece no contener a sus fieles? No es su caso, lo sé, pero me gustarÃa tener su opiniónâ.
-Uno de los aspectos fundamentales es que perdimos el empuje misionero. Por ahà lo veo yo, desde que descubrà este carisma. Creo que en la Iglesia estamos muy distraÃdos. Me hice ese planteo siempre, desde que me tocó servir en una diócesis y me distraÃan muchas cosas y yo no podÃa llegar a la profundidad de los problemas de la gente. Nos cuesta escuchar a los demás. Creemos que con hechos masivos estamos globalizando la evangelización y no es asÃ, hay que llegar a los problemas profundos de cada uno, porque cada hogar es un mundo y si Cristo nos llevó de esa manera, el EspÃritu Santo nos da el conocimiento de los problemas que la gente está viviendo. Nos decÃa con mucha tristeza Jesús, esta gente está como ovejas sin pasto. Muchas veces, antes de sentir el llamado, veÃa que no tenÃa profundidad evangélica; no conocÃa a la gente, no conocÃa sus problemas. Ahora, al haberme metido en los hogares pude tener un panorama social, económico, un conocimiento mucho más profundo del que me pueden decir los libros o las revistas o ciertas tendencias que nos quieren hacer entrar en la idea de la globalización, no de muchas ideas, sino de una sola: que hoy es lo mismo el comunismo o el neoliberalismo, al fin y al cabo tienen los mismos objetivos, que es separarnos de Jesús.
-¿Cómo empezó a trabajar en Colombia?
-Por un llamado muy especial. A mà no me ofrecÃa una contención a mis aspiraciones el hecho del Instituto en donde estaba trabajando en Jujuy. Es más, me habÃa ido de aquà no muy bien. Ya habÃan dicho que yo estaba divagando, que tenÃa un problema de bipolaridad. A algunas familias les hablaron también diciendo que yo estaba enfermo, cuando en realidad estaba en plena etapa de conocimiento de lo que verdaderamente está pasando dentro de la Iglesia y dentro de la sociedad.
-¿Quiénes les hablaron?
-Gente de la Iglesia, de la Catedral. Cuando pasa es muy violento, porque uno cuando se ordena, lo hace con la mejor de las intenciones y de pronto va descubriendo cosas inexplicables Como siempre fui una persona curiosa, en ese aspecto también fui profundizando mis ideas y percepciones pero empezaron a crearme un montón de problemas a nivel institucional, hubo encierros. HabÃa cosas que eran insólitas dentro de la vida de la Iglesia, entonces me preguntaba ¿quién está por detrás de esto? A la vez, también fui viendo todo esto  del nuevo orden mundial, qué es lo que querÃa hacer con la Iglesia, creando y difundiendo un montón de sectas y movimientos en un seudo sincretismo con la religión católica. A todo eso, no me lo bancaba. Es más, me fue difÃcil aún con mis errores también, porque cometà errores, vivimos las dificultades, lloramos mucho también, gracias a Dios tuve al grupo que me apoyaba y comprendÃa y fuimos realmente diezmados en un principio, porque la idea que Dios nos daba era de una lucha tremenda contra el mal. No me fui bien a Colombia; allá, como decÃa, el Instituto a mà no me daba contención, porque ya se estaba hablando del Código Da Vinci y las estupideces que dice, de los evangelios apócrifos que tienen una verdad histórica, pero no tienen toda la verdad, quieren hacer rellenos en los misterios de Cristo. Hoy por hoy se están tomando de eso, que Jesús se casó con MarÃa Magdalena, que tuvo hijos, que la resurrección no fue tal, y ahà aparece lo de la reencarnación. Es como que estamos viviendo las herejÃas de los primeros siglos. Y aparte también, el hecho de que yo sentÃa un insistente llamado de Dios a ayudar a la gente en el tema de la sanación y de la liberación, hasta que pasó el segundo año desde que me habÃa ido a  Colombia, con un grado de dificultad muy grande. Me tuve que ir a refugiar con mi familia y nadie me creÃa, porque pensaban que estaba loco.
-¿Y cómo estaba en realidad?
-Teniendo vivencias totalmente distintas porque vivÃa lo que fue la maldición y la brujerÃa;  pasé momentos terribles y también se me agredÃa desde lo institucional. O sea, que habÃa muchas cosas que me estaban abrumando. Por fin, al segundo año, estaba con un compañero sacerdote también, con el que nos hicimos muy amigos y el Señor hizo entonces su llamado más profundo y me dijo que abandonara el Instituto.
-¿Cuál Instituto?
-El Instituto Teológico a nivel latinoamericano, donde pensaba encontrar, digamos asÃ, una instancia académica desde la que pudiéramos tener criterios para lo que se llama la nueva evangelización. El tÃtulo de mi tesis iba a ser Catequesis y Nueva Evangelización. Pero no me servÃa, no habÃa cimientos claros, más bien parece que se está socializando el Evangelio.
-¿Qué es socializar el evangelio?
-Cuando ponen las bases del marxismo y desacralizan a la Iglesia. Lo decÃa muy bien Pablo VI, âpor la ventana del Vaticano II ha entrado el demonioâ cuando se dio inicio a la TeologÃa de la Liberación. Hablan mucho de lo social, de la justicia, pero muy pocos ponen a Dios como fuente de justicia y de liberación. Es como provocar la lucha de clases, se trata de canonizar la idea de que el pobre es lo más santo que hay y el rico lo peor, cuando hay pobres y pobres y ricos y ricos. He visto en Colombia y en México mucha solidaridad de la gente rica para con los pobres, y también de éstos mucha generosidad pero también mucho resentimiento y como dicen, la teorÃa del piojo resucitado, dale un carguito, dale algo a ése y va a ser peor que el peor de los patrones.
-Imagino que  fue de una forma cuando empezaron con el otro sacerdote y otra cosa es ahora, porque se deben haber ido sedimentando, se deben haber ido familiarizando con esas formas de conocimiento y percepción de las que habla.
-Creo que ya hemos encontrado solidez, sobriedad. Tuvimos  muchas dificultades y caÃdas, lo que también nos ayudó a ser mucho más prudentes en lo que predicamos y la vez también. Nosotros no estamos diezmando el Evangelio. Cuando tenemos que decir las cosas las decimos.
-¿Qué pasa en esta visita suya a Jujuy con las autoridades del Obispado? ¿Con el Obispo Palentini?
-Hemos tenido contacto. TodavÃa no se llega a comprender esto que nos sucede y, a la vez, no espero que se entienda, porque hay diferencias que son insalvables. Pero yo quiero resguardar mi lugar también en la Iglesia, es muy importante para mÃ, y trato de ser prudente y de llevar un testimonio a la gente.
-Aparte de la situación en el Obispado ¿cómo encuentra al grupo de oración con el cual empezó?
-Los encontré divididos, cada uno por su lado, porque tuvimos problemas gravÃsimos y nos costó aceptar ciertas renuncias. Ellos siguieron orando y con la eucaristÃa diaria, con la convicción de que estaba el llamado, pero no sabÃan cómo se iba a plasmar en el futuro. Cuando llegué les dije que la propuesta era visitar casas, que ya no nos tenÃamos que quedar como grupo cerrado, sino que Dios me habÃa dado la posibilidad de conocer esta misión, de visitar los hogares, de conversar con la gente, uno a uno.
-Y ahà fue que hubo situaciones como la de Andreaâ¦
-SÃ, casa por casa llegamos al Bº Los Perales y conocimos a Andrea, que realmente estaba en ese tiempo con un grado de pesimismo muy grande. Pero salió con las prácticas que hicimos y con la bendición de Dios. También tuvimos el caso de una señora que estuvo ciega y ahora ve. Otra señora de Maimará, estaba con artrosis y después de las oraciones y sanaciones, el médico le dijo que ya no tenÃa la enfermedad. Y muchos otros milagros.
-¿Eso es con imposición de manos?
-Es con la oración y con imposición de manos.
-Varios oyentes preguntaron cómo se pueden conectar con el grupo.
-Estamos en Luján, en la calle Cerro Chañi 639, en Bº Luján, que es la casa de Luis. Me acuerdo que a Luis en una visión, el Señor le mostró un salón en su casa y asÃ, con mucho sacrificio, cuando llegamos de vuelta a Jujuy, el salón estaba y mucha gente se sorprendió porque vio al Padre PÃo.
-¿Porqué el Padre PÃo?
-Porque realmente el inspirador de nuestra obra fue el Padre PÃo. Tuvimos muchas manifestaciones muy grandes. Realmente para mà ha sido algo grande porque me cambió la vida. Al principio fue como una obra quijotesca. Nos lanzamos, nos lanzamos con lo que Dios nos habÃa pedido.
-¿Pedido?
-SÃ. En uno de los mensajes que me dio el Señor me dijo: âGustavo, yo te ayudé a salir cuando estabas muy mal, asà también vas a ayudar a salir a muchas otras personasâ.
-¿Qué opina del culto a la Santa Muerte?
-Traje dos materiales que hablan justamente de lo que estamos viviendo sobre el nuevo orden mundial y lo que se quiere con respecto a las distintas religiones. Hace poco, y en relación a cómo se engaña a la gente con el Gauchito Gil, la Santa Muerte y otros falsos santos, estaba viendo un programa de Puerto Rico. La conductora tomaba testimonio a dos muchachitas que tenÃan un papá que adoraba a la muerte y yo le decÃa al otro dÃa que ella es la patrona de los delincuentes. El papá de ellas estaba preso y le preguntaron qué es lo que les habÃa pedido esta devoción a las chicas, qué le tenÃan que poner en el altar, y era marihuana y cocaÃna. Es increÃble como se está metiendo eso en la gente.
LLAMADOS EN
MEDIO DEL DOLOR
Luis, Eva, LucÃa y Andrea, dejaron en la radio sus testimonios sobre las experiencias de oración y sanación compartidas con el sacerdote Gustavo Barrientos.
-Luis: También quiero agradecerle a Dios, antes que nada, por haberme hecho este llamado. Quizás él siempre estuvo llamándome desde que tuve uso de razón, pero por las cosas del mundo uno a veces vive un poco atrapado, tapado. Gracias a Dios, a los 52 años tuve este llamado, me pasaron cosas muy distintas y muy importantes; a través del dolor pude acercarme al Señor. Ese fue el comienzo de un camino nuevo.
¿Cuando empezaste con el grupo de oración?
-Me pasó un caso familiar, un dolor que tuve a través de una enfermedad de mi mamá. Asà fue cuando quizás salió de mi corazón la primera oración hecha realmente al Padre. Y él me escuchó, siempre me estuvo escuchando pero seguramente que esta vez fue para revelarse en distintas situaciones. A partir del momento que he vivido ese dolor, comenzó todo. Después de un año o dos me llegó también por un signo muy grande que pude discernir con el tiempo.
-¿Cómo definirÃas la presencia del padre Barrientos y lo que está haciendo en este momento en Jujuy?
-TodavÃa no lo acabo de asimilar porque es una vivencia muy fuerte, a través de este regreso, porque nos fuimos, como se inició el grupo de oración en aquella oportunidad, yo tampoco sabÃa que el Señor estaba ya pidiéndoles a ellos oraciones por determinadas personas que ahora estamos juntos y después vino la invitación por parte de Gustavo para integrar el grupo de oración y fuimos caminando de esa manera, creciendo en la fe más que nada, que es obra de Dios. Todo mérito es de él. No hay ningún mérito personal.
-¿Usted qué ha vivido?
-Eva: Comencé también a través de un gran dolor, como dice Luis, con la enfermedad de un hermano y fui caminando por distintos lados hasta que un buen dÃa también llegué a la Catedral y ahà habÃa un hermano con el que formamos un grupo de oración, donde nos integramos con el padre Gustavo. A través de ahÃ, empezamos a hacer las oraciones y cada vez eran más fuertes. Empecé a conocer verdaderamente el significado del Evangelio, qué es evangelizar. Después, el padre Gustavo se fue y quedamos solos, yo me fui a Buenos Aires y volvà hace poco, cuando ya el padre estaba de nuevo. Me invitó para que siguiéramos lo que hacÃamos antes. Pero es decir, antes hacÃamos oraciones en nuestras casas. Ahora salimos por distintos lugares, donde vemos muchas, muchas respuestas de Dios hacia la petición de los hijos.
-¿Cómo se encuentra con el grupo?
-LucÃa:Lo mÃo es desde muy niña, rezando el santo rosario, estando siempre en la oración y después nos encontramos con el padre y como dijeron Eva y Luis, estamos caminando y viendo la necesidad de cada hermano en cada hogar. Dios nos elige a cada uno de una manera diferente, es el llamado de él y él es el que hace las obras. Estamos en las casas y haciendo grupos de oración por todos lados. La necesidad está en todo el mundo, no solamente acá. El Señor está llamando, que vayan también a misa a hacer una buena confesión y por la EucaristÃa el cuerpo y la sangre de Cristo que nos da mucha fortaleza.
-¿Qué pasa con tu enfermedad?
-Andrea: Gracias al grupo de oración, al padre Gustavo, porque yo habÃa perdido toda la fe, no solamente era el problema que me diagnosticaron lupus, sino que era de no creer ya en Dios, de no tener fe y por medio de las oraciones, de rezar el rosario de liberación, con el apoyo de cada uno de ellos que me decÃan, creé, entregate, tené fe, y poco a poco fui entregándome, teniendo esa fuerza, esas ganas de vivir y de seguir adelante. Te puedo decir que mis riñones no funcionaban y hoy estoy orinando; tenÃa lÃquidos en el hÃgado, en el corazón y en los pulmones y hoy ya no. También estaba en terapia y no hubo necesidad de seguir, me dieron el alta en cuatro sesiones, porque la psicóloga quedó asombrada de mi fuerza para enfrentar las diálisis ahora. Empecé con cuatro horas y ahora estoy haciendo tres.
-¿Cuándo fue que el grupo de oración y el padre Barrientos te empezaron a acompañar?
-En enero de este año. Hoy me hicieron los análisis y me dieron todos normales y no estoy tomando las pastillas de calcio y sin embargo mi calcio aumentó, mi úrea bajó, mi albúmina aumentó, el fósforo y potasio se mantienen normales, el hematocrito subió. Es realmente un milagro.
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