Para un diputado no hay nada peor que una audiencia pública.
Y para una audiencia pública no hay nada peor que un vecinalista. O varios.
Antes de integrar una lista sábana, consulte con la almohada.
Claro que hoy en la Legislatura, para la mitad de los diputados la única verdad es la re-realidad.
Pero como dijo el general: la re-realidad o la re-re-realidad bien vale un presupuesto.
Se viene la interna: para las re-re-re, sólo hay que re-re-reventar la voluntad popular.
El tiempo vale oro, por eso no hay que perderlo investigando ni coimas, ni cometas, ni corrupción.
Cómo me gustarÃa saber qué es lo que hacen unos cuantos en un dÃa de trabajo.
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