A Gimnasia le faltaba algo, volvió
Mario Gómez y el equipo despertó
Silvia Vela
¡Noticia de último momento! parece ser que por un buen tiempo el técnico Mario Gómez, no podrá abandonar la ciudad âlobaâ. Por pedido expreso de los hinchas, dirigentes, jugadores y toda persona que se identifique con los colores celeste y blanco, las autoridades que intervinieron en el caso recibieron la orden de no dejar salir de la provincia, al entrenador y sus colaboradores Bertolini y Bóveda, sospechados de haber incentivado a los integrantes de una peligrosa banda denominada âGimnasia de Jujuyâ a sumar en el torneo de AFA, más de veinte puntos.
En el comunicado, el poder del pueblo también determinó que al igual que Francisco Ferraro, el querido Pancho, el técnico Mario Gómez sea declarado intransferible, adjuntando una cláusula para su contrato que establezca la frase âSi me dej+as no valeâ y sólo razones de fuerza mayor podrÃan determinar lo contrario.
¿Será para tanto? se preguntará el extraño que lea ésta revista y no sepa nada del Lobo o del estado psicológico de éste escritor. Si tenemos que hablar con propiedad, debemos decir que Mario Gómez se está ganando de a poco el corazón del hincha jujeño. Ya habÃa sucedido con Francisco Ferraro, recordemos: Pancho ascendió al equipo a primera con una excelente campaña en el Nacional âBâ en el año 1994, comandó el plantel jujeño en el fútbol grande de la Argentina con grandes campañas, pero luego se fue a buscar otros rumbos. Después volvió y el equipo que lo habÃa extrañado por mucho tiempo, comenzó a buscar el camino de otro nuevo ascenso.
Tomó el mando Mario Gómez, apuntó a la elite del fútbol y lo logró, discutido por su forma de hacer jugar a sus muchachos y resistido por algunos al principio, persistió en su lucha y se dio el gusto. Gimnasia habÃa subido nuevamente al fútbol de primera, al igual que con Ferraro.                  Â
El âgranâ Mario siguió peleando, flaqueó en la primera campaña del torneo mayor de AFA, pero resucitó al final y salvó al equipo de la condena. Cuando todo terminó, Gómez pensó que era mejor cambiar de aire y partió, compró un nuevo barco, intentó apropiarse del timón pero las olas parecÃan verdaderos sunamis, entonces dejó todo a la deriva. Mientras salÃa del naufragio vio una embarcación con una luz celeste y blanca que le ofrecÃa subir, Super Mario no dudó y otra vez buscó la orilla . Desde esa orilla comenzó a navegar nuevamente con el equipo que venÃa de dirigir tan sólo hace dos meses. Los dueños de la nave echaron al capitán Bianco y pusieron en el cargo al viejo Mario, que apenas asumió apuntó al primer objetivo, buscar la mitad de la tabla del torneo en la que terminó éste equipo que ya estaba cansado de comer tanta chaucha, sin ligar el codiciado y ansiado asadito.Â
Por todo esto los muchachos ya están armando la bandera que se cuelgue de los alambrados con las leyendas: âGracias Marioâ, âPerdón Marioâ o âSi me dejas no valeâ.
Claro que en éste viaje no sólo está el capitán y sus colaboradores, los marineros también hicieron lo suyo. Desde que se enteraron que el barco tendrÃa el viejo pero nuevo lÃder todo se transformó, la mentalidad volvió a ser la de antes, la actitud cambió y por sobre todas las cosas la confianza reapareció. Desde la fecha once encontró más de 20 puntos en casi 10 partidos, suma que sólo llegaba a 7 en las anteriores 10 presentaciones.
Sin duda que el feeling entre jugadores y cuerpo técnico ayudó para que Gimnasia reaccione a tiempo en este campeonato. Terminó escapándole a la zona de promoción en la que llegó a estar y se ubicó en el promedio por encima de más de seis equipos. Los ejemplos de la recuperación son muchos y es bueno remitirse a la actuación de cada uno de ellos. Desde atrás hacÃa adelante todo cambió, José Luis Valdiviezo volvió a tapar pelotas fundamentales y a empujar al equipo hacia delante. La defensa encontró dos fieras, Juan Savia y Franco Sosa, que comandados por Don Ramón armaron una lÃnea de tres, que a veces se transforma en seis porque cada uno pone el doble. El medio es una maquinita, todos corren, luchan, se tiran al suelo, recuperan, atacan, tocan, se divierten y algunas veces también pierden, no caben dudas que uno de los grandes secretos de la recuperación de Gimnasia, fue la presión de los volantes del medio y la actitud fÃsica de los cinco de esa lÃnea que también generan fútbol. Marcelo Quinteros por derecha y Ricky Gómez por izquierda se proyectan y crean, pero también vuelven y ayudan. El Chelo sabe que es uno de los jugadores más regulares del equipo y deja toda su vida en la cancha. El tucumano Ricky Gómez, se convierte de a poco en una âMaravillaâ, se ganó un lugar entre los once por su gran habilidad que promete también asegurarle un buen futuro, en ese puesto también aporta Javier GarcÃa, aunque en este torneo no jugó demasiado.
Los motorcitos de la máquina se llaman Ramasco, Pieters, Iuvalé y Salas, que tampoco tienen problemas si hay que meter, tirar de lejos o sumarse al ataque. Pero estos muchachos no fueron los únicos que recuperaron la confianza, porque para ganar partidos hacen falta goles y para que haya goles se necesitan goleadores; en esa tarea se encontraron BalvorÃn, GandÃn y Turdó. La dupla in del gol marcó cada vez que el equipo lo necesitó, con el tucumano haciendo el trabajo sucio, bajando a buscar la pelota y con un GandÃn metido en el área o picando desde atrás por las puntas para recibir todo lo que llegue desde Ricky Maravilla o el propio BalvorÃn. Esos goles antes no estaban, no aparecÃan, con la llegada del âMagoâ Gómez algo cambió.
En esta nota que pretende reflexionar sobre la campaña de Gimnasia en la segunda mitad del año, quedará en el recuerdo la salida amarga de José MarÃa âChauchaâ Bianco y los siete puntos en 10 fechas, producto de dos victorias ante Gimnasia de La Plata y Nueva Chicago y un empate con Godoy Cruz de Mendoza. Agachamos la cabeza pero dimos crédito ante las injustas caÃdas con San Lorenzo y River, también bajo el mandato del ex entrenador que vio a su equipo perder por goleada con Racing y Argentinos .
Pero con Mario Gómez vendrÃan más buenas que malas, empate frente a Arsenal, derrotas ante Quilmes y Boca, y triunfos con Lanús, Colón, Belgrano, Banfield Rosario Central y etc, etc, etc. Muchos creÃmos que después de la derrota contra Boca el capitán y los marineros del barco Lobo se venÃan abajo, habÃa sido tan injusta la victoria de los campeones del fútbol argentino que hasta Lavolpe reconocÃa que habÃa sido el equipo más difÃcil de enfrentar hasta ese momento. No fue asà ya los verdaderos hinchas habÃan sufrido el castigo de no poder ver a âBoquitaâ frente al Lobo.
Gimnasia decidió no vivir de merecimientos y se levantó frente a Banfield. Todo eso recuperó el Lobo Jujeño, la capacidad de no caerse partido tras partido en un pozo anÃmico y futbolÃstico como si otros equipos lo sufren.Â
Con la llegada de Don Mario, El âMagoâ, âSuper Marioâ o como le quieran decir, se retomó el rumbo, se volvió a repasar viejos conceptos que habÃan sido normas y reglas en el mandato anterior, para que el nuevo viejo entrenador y compañÃa saquen el barco a flote. ¿Mandato dije?, si se pudiera y si éste comentario hubiese sido escrito en la página polÃtica, bien valdrÃa la pena pedir la re-reelección para el viejo y querido Don Mario. Hasta el año que viene.
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