Antología personal

      Larvario  (2006, Editorial Colihue) es el último libro publicado por el escritor jujeño Miguel Espejo. Con prólogo minucioso y profundo de Osvaldo Gallone, Larvario recoge la poesía de Espejo de un extenso periodo, entre 1967 y 2004, a lo largo del cual el poeta trabaja concienzudamente sobre el lenguaje, logrando conmover con fuerza y eficacia.
El escritor experimenta una diversidad de tipologías textuales, desde micro poemas hasta poemas en prosa, en los que las temáticas vuelven sobre sí mismas, se repiten y se transforman en una sola, en la constante interrogación sobre el ser y su existencia, que roe a través de la palabra hasta la más íntima hilacha de la identidad humana.             Desde los primeros, como “Universo” (Pórticos): Quien dice yo / casi no sabe de qué habla. / Habla de miles de fragmentos / que cohabitan en nuestro cuerpo, / de multitudes y generaciones / que forjaron nuestro aliento / y de una sombra en verdad innombrable; “Cópula” (Fragmentos del universo: 1975-1977): Después de conocer a una mujer / lavarse hasta el corazón / insaciablemente / para que otra mujer no perciba / la vastedad del desamparo; o el más reciente “Por qué nacimos huérfanos” (Últimos poemas: 2004):

      (…) Se me dio por observar atentamente
                        las ruinas de la especie
      a través del caleidoscopio de mi propia ruina.
      se me dio por diagnosticar el ser
       y el no ser en cada infeliz que nos atrae
      y que se apropia de mí a cada instante.

      Lamenté también
                        siempre, siempre
      no poder ir más lejos
                        en la resolución de los estilos.
      Sólo tuve ante mí un gran secreto:
      hay gente que sabe
                        desde la niñez
                                     que ha nacido muerta.
      Por cierto
                        ese es un muerto
                                     dice la gente
                                                    de aquel que no lo sabe.
      Un poco de tierra
                        que camina
      a tientas.

      La palabra y el silencio dialogan y construyen su universo, como en “Último silencio” (Pórticos: 1967-1972):

                  Después de haber intentado por diversos medios
                  abandonar la búsqueda del poema
                  para poder hundirme en un definitivo silencio,
                  silencio hecho de tranquilidad y mesura, comprendo –recién ahora- que desde
                   hace mucho tiempo me he separado de las palabras. (…)

Un universo en el que la palabra acosa, impide llegar a la esencia, y sin embargo, es la única manera de intentar desnudar el ser, llegar a la propia memoria. (A.T.).

CHORICIENTA
Graciela Alem, Ximena Esquivel, Pamela Stemberg,
Betina Tordota, Alejandro Valle. (2006) Jujuy.
Ediciones Los Libros del Caldero.
      Después de Floricienta, hacía falta un personaje que se ajustara a las costumbres locales, que se alejara de las reminiscencias europeas que ciertas cenizas tienen. Choricienta narra las desdichas de una joven, esclavizada por su madrastra e hijastras en una oscura parrilla jujeña, que ayudada por su Hada Comadre, y hechizos-coplas mediante, logra poder ir al baile en el que tocan Bandy2 en Kolor. Esta vez, la hora límite son las 6 de la mañana y el look nada tiene que ver con los reales vestidos: cabello teñido, labios con colágeno, minifalda…

MARIA ELISA
Nº3, junio de 2006.
E-mail: zonadeaguante@yahoo.com.ar
      Zine local dedicada al culto real y honesto del podrido metal. Se trata de una interesantísima publicación, que refleja la dedicación y el trabajo por parte del equipo, compuesto por Hugo Chavarría, Estela Flores, Leonardo López, Sabrina Romero, Ezequiel Núñez y Ezequiel Molina. En portada: entrevistas a Bloodparade, Tehom, Inhumane, Forest demons, Wormeaten. Como en números anteriores, la sección “Noticias” nos pone al día respecto a discos y trabajos de bandas locales, nacionales e internacionales. Y el plato fuerte son las entrevistas a Embrión (death metal) de Salta; a los colombianos Wormeaten (para los amantes de lo extremo); Bloodparade (gothic metal argentino); a Alma Madre, banda jujeña; a Forest demons, black metal de Brasil; Temo, death melódico tucumano; a Morgan Steinmeyer Hakansson, en Buenos Aires; entre otras. “Fuego y viento”, cuento de Pablo Mendoza.
      El metal es un culto fuerte en diferentes zonas de Argentina, tan disímiles como la Patagonia o el Norte; las ceremonias de encuentro, la identidad de sus adeptos, el estilo inconfundible respetado a fuego: la escena tiene una fuerza propia que atrapa: la estética, la música, la pertenencia; y, personalmente, la conexión inconfundible de las letras con mitos y leyendas de todo el mundo, aunque por supuesto, las nórdicas son las preferidas. Fue una alegría saber que en Jujuy hay un zine como éste, que se mantiene a fuego (y con mucho laburo). (A.T.)

FÉLIX Y EL SEMBRADOR
DE PÁJAROS
Maximiliano Rafael Calderón (2005).
Punto de Fuga-Jaque Creación Visual. Córdoba.
      Una historia principal y relatos laterales, que aportan a la principal o la desdibujan, como el lector lo prefiera, que comiezan por caminos diferentes y terminan entrelazadas.La irrevocable ausencia del sembrador de pájaros y la desesperante conciencia de que así nunca llegaría la primavera en el pueblo, se convierten en la excusa para pintar el viaje de búsqueda de Félix, un viaje de voces, tiempos y personajes increíblemente humanos, narrado en una prosa plagada de imágenes poéticas; y la otra propuesta de búsqueda, la de la “zienzia”, aportada por el caído intendente y su profesor. “Chata”, que a pesar del interminable otoño no deja de barrer, porque “seguir es vivir y hacer es ser”; Severino, empleado del club que ante la sospecha de que ser cesanteado, grita apurado su incomprensible dignidad; el mismo Félix, que para encontrar al sembrador de pájaros sabe que “buscar a alguien, es antes que nada, aprender su nostalgia”; Alfredo, el nombrador de objetos y personas del pueblo, el único que por las noches pierde su nombre y se convierte en “tan sólo un hombre, esperando”.

ABBIA YALA
Año I, nº 5, setiembre de 2006.
      Cada mes el crecimiento de esta revista es palpable, desde cuestiones de diseño y tapa, hasta el trabajo en los artículos, la variedad y calidad.
En portada: “La información como eje fundamental en la búsqueda, fortificación y afianzamiento de la identidad cultural”. Este número se abre con textos e imágenes, que registran cómo los funcionarios municipales son los primeros en incumplir las normas vigentes en Humahuaca. La publicación denuncia que “Sumándose a la larga lista de infractores oficiales que engrosan el número de la insensatez de la función pública, ahora ya casi todo completo, el poder legislativo representado por su presidente infracciona…” (…) “Sólo falta que infraccione el poder judicial, seguro que eso no va a pasar ya que en Humahuaca no hay poder judicial”. Las fotos son más que elocuentes. La infaltable sección de los Por qué, que dan vueltas en la mente de los quebradeños: “¿Por qué un recital auspiciado por la municipalidad con lleno total, dio pérdida?”, “¿Por qué Kirchner no le hace un piquete a Mina El Aguilar?”. En “Belleza Americana” Vargas/Condori cuestionan los parámetros de belleza que se imponen en la Fiesta de los Estudiantes; “Declaración poco amorosa”; “No soy de aquí, ni soy de allá”; “Un viaje de ida” (en las unidades de transporte que circulan por la Quebrada); “Otro mundo”; “Fracaso escolar II”; “Tala ilegal de árboles y obstrucción de vía pública en la Banda”; “IFD Nº 5, ¿Por qué se inscriben tantos y se reciben tan pocos”; son algunos de los artículos de este número.  E-mail: abbiayalayahoo.com.ar

POEMAS PARA
SACÁRMELOS DE ENCIMA
(2006) Meliza Ortiz. Editorial
Perro Pila. San Salvador de Jujuy.
      Las ediciones de Perro Pila me siguen asombrando por la simpleza de su belleza o por la belleza de su simpleza. Se trata de la primera publicación de la escritora jujeña, que en estas páginas despliega un mundo interior, de hechos cotidianos que se entrelazan con imágenes oníricas, con sutileza, con dulzura, que conmueve.
      Ni lavadero ni lavarropas. / Estoy triste y lavo ropa. / (Lavo la ropa en el bidé / y la tiendo en la ventana / en una soga).
      En las manos / las burbujas se me han hecho sábanas.
      Un mundo donde la soledad marca lo cotidiano hasta el cansancio.
      Por fin terminó la salsa. / (Fideos, polenta, fideos, polenta). / Cocinar para uno / es casi tan triste como no cocinar / y que se te pase la siesta.
      A partir de un diálogo extenso de preguntas y respuestas, a lo largo del texto, la presencia de la muerte es constante y marca el ritmo vital. El cuestionamiento acerca de la muerte sigue su propio camino, su proceso hasta llegar a la pregunta final, que desdibuja el centro y vuelve a traer a la soledad : “Vamos a morir”; “¿vamos a morir?”; “¡Vamos a morir!”; “Vamos a morir”; “¿Vamos a morir? ¿Vamos? ”; “Pero la vida es linda”; “¿La vida es linda?”. (A.T.)

EL CALDERO DEL DIABLO
Nº 7, octubre de 2006. Una
revista para elevarse ingrávidos.
      Para ponerse a tono con octubre, El Caldero propone “Misceláneas: conjuros, invocaciones y maldiciones”, y además “No-poema al séptimo”; “Decálogo de Belleza (10 consejos huecos para chicas cultas); “Dos poemas hieráticos”; “Cuarto oscuro”; “Fábula de Dios vs. El Diablo; “Corazón partío”, y las secciones “Catálogo de condenas”; “De profundis clamatis”; “Titularología”; “Pequeñas obras para no ser representadas” e “Incógnitas”. Escriben en este número Fernanda Escudero, Maxi Paesani; Seba Velásquez; Daniel Romero Villar; Roxana Patagua; Síndrome de Estocolmo; César Colmenares; Fer Romero; Pamela Stemberg; con dibujos de Javier Simón. Por aportes, consultas y otras: mandalajujuy@yahoo.com.ar.