Punta Diamante
Donde está el basural                                                       Â
y se juntan los rÃos,
donde un polvo finÃsimo reverbera
cubriendo la medicina natural del tártago,
donde el respeto y el miedo
acompañan confundidos al saludo; ahÃ
donde se interrumpió el paredón del cementerio;
frente a lo que la gente llama la junta
del rÃo Grande con el RÃo Chico,
donde todo es un inmenso desastre de piedras,
desperdicios y paisajes
⦠y el amor y la llovizna
deben de ser realmente tristesâ¦
están los ojos de Feliciano, de Máximo, del âChatoâ,
arcanos sellos familiares
los ojos de este mundo verdadero que nos mira!
Por ese tremendo nidal del hambre
en que las azules ramas del tártago
pareciera que reptan las barrancas
y donde el milagro del hombre
son unas rayas de siembra,
o la tierra de patio lujosamente blanca,
mientras beben el té de los pobres
en un desamparo de ronques y de rÃos,
todo nos reprocha, al mirarnos,
la miseria de lo niños.
Néstor Groppa (en Tarja números 1 al 8, vol.I, (p. 187), editada por la UNJu, 1989).
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