Silvia Vela
Alerta en el fútbol por reiterados actos violentos. Se repite en cada estadio y en cada provincia, a cada rato, en todo momento y en cualquier instante, es la palabra que más se escucha en los medios de comunicación. Ella está contenta porque todos la nombran y les agradece a los que trabajan y luchan para que siga en la imagen de todos los televisores del paÃs, en las radios o en los periódicos más importantes. ¿Adivinó ? sÃ, tiene 10 felicitado; la violencia lamentablemente se instaló entre nosotros. SÃ, no me diga nada, el inicio de esta nota parece un libreto de telenovela o un relato de radioteatro, pero la verdad es que ya no se sabe cómo explicar lo que está sucediendo últimamente en los estadios del paÃs.
Hoy los jujeños debemos preocuparnos por incidentes en el Estadio 23 de Agosto y en todos los partidos que Gimnasia juega de local, no importa si es antes, durante o después del desarrollo del juego, tampoco interesa si es del mismo âbandoâ, si es âsalteñoâ o es el hincha que viene a ver su club a un estadio visitante. Para la hinchada local sólo basta que los visitantes se acomoden en el famoso codo que está pegado al sector Sur, desde ese momento, primero comienzan los insultos, cánticos y después vienen los hechos, vuelan piedras, cascotes, roban banderas de la hinchada visitante y en ese momento el problema estalla. Entonces los medios locales y nacionales reflejan las imágenes de los uniformados enfrentados con los hinchas y jugadores que sólo buscan quedar bien con sus barras bravas y le piden a la policÃa que no tiren gases o balas de goma, y asà los violentos se convierten en vÃctimas con rostros ensangrentados, mostrando el cuerpo con una bala de goma, con el respaldo de organismos de derechos humanos amparando a los violentos que provocaron una respuesta que obviamente nadie quiere, pero alguien tiene que pararlos de una vez.
No se quién será el valiente que se atreva a frenar este miedo que les tenemos a las barras, pero hay que convencerse que todos unidos debemos rechazar todo acto violento. Dirigentes, policÃa, desde la butaca del simpatizante, en nuestro lugar de periodistas, todos tenemos que decirles a los violentos que se vayan de una vez o que no ingresen más a un estadio de fútbol. Claro parece fácil desterrar de una vez por todas de un estadio de fútbol a los pesados de siempre, esos que entran a la cancha con dos o tres cajitas de vino encima o dopados totalmente con la droga que se consume alrededor de las plazas cercanas al estadio. Ahà está el primer problema ¿cómo ingresan los hinchas a ver el partido?, las preguntas son muchas. ¿Hay control persona a persona o entran todos juntos en patota, se hace el cacheo correspondiente, se identifica a los violentos que hicieron âlÃosâ en el partido anterior, se reconoce a los que estaban tomando alcohol antes del partido en la plaza? ¿se cumple con la Ley del Deporte, que dice que el que provocó desmanes en otras oportunidades no debe entrar y tiene que concurrir a la comisarÃa el dÃa del encuentro futbolÃstico? Cuántas preguntas en una; hasta ahora no hay respuestas.
Si uno se remite a números anteriores, en esta revista destacamos una nota similar hace más de un año, en la que pedÃamos que se analizara la violencia en los estadios y más en Jujuy, preguntábamos que nos pasa a los jujeños, en ese momento Gimnasia aún jugaba en la âBâ Nacional, ahora está en primera por segundo año consecutivo y los problemas no se trataron seriamente, no se calmaron y lo peor de todo es que se incrementaron. Una de las respuestas en ese momento fue que Jujuy estaba lejos de los barras bravas porque aquà no existÃan, que eran hechos aislados y no pasaban a mayores. Hoy por hoy esos hechos aislados son un común denominador en todos los partidos, es decir lo que antes pasaba en un encuentro al mes, ahora ocurre en los dos que se juegan en el 23 de Agosto.
El problema está expuesto, los violentos nos han invadido, vamos a la cancha a volvernos locos y a sacarnos la cabeza, insultando desmedidamente, con la adrenalina a mil, y ahora arriesgando nuestras vidas, esquivando piedras, soportando ataques si no pensás como ellos y mirando para todos lados cuándo se entra o se sale del estadio. ¿Tan dramático es el tema ?, preguntará aquel que tira la caña en un dique y sintoniza el partido por radio o ni lo escucha, y la verdad hay que responder que sÃ, que la violencia se les está escapando de las manos a policÃas, dirigentes, hinchas y periodistas. Algo hay que hacer, porque en Jujuy nos conocemos todos, las cámaras filman todo y eso será suficiente para que se los expulse de las canchas. No puede ser que en los cinco partidos que Gimnasia jugó de local haya sucedido algo, desde lo mÃnimo como bombas de estruendo que le cuestan al Club multas de 15 mil pesos hasta ahora; a lo más grave como la patoteada de 25 tipos contra uno en el partido frente a River o de las piedras, cascotes y pedazos de asfalto que volaron en el cotejo frente a Rácing, con balas de goma incluidas por parte de la policÃa que debió haber prohibido la entrada de los violentos como prevención y no sólo apuntar a la hinchada visitante sino también a la local. No nos gusta que nos critiquen en Buenos Aires ni en ningún lugar del paÃs, no nos sirve que allá nos muestren como violentos e intolerables, sólo sirve que los hinchas se calmen, que les prohÃban la entrada a la cancha y que ya que se recarga al personal policial cien por cien, se prevenga con todas las letras, con reglas claras y determinación, porque evidentemente no hay control y si lo hay, alguien está mirando para otro lado. Finalmente hay que pedirle a esos hinchas que piensen, tomen conciencia, quieran a su club, sean hinchas verdaderos, defiendan la vida de sus amigos y cuiden las instalaciones del club de su ciudad. Por favor quiéranlo un poco más, sin dejar de criticar un mal funcionamiento futbolÃstico o un mal planteo táctico, hasta renegando por los malos resultados que es lógico y hasta pidiendo que se vaya tal o cual, pero con violencia no muchachos y muchachas, porque dicen que es como la droga, la probás y es muy difÃcil salir. Luchemos todos para cuidar lo nuestro, no destruyamos nosotros mismos lo que tanto costó conseguir, no es fácil erradicar a los violentos, pero alguien tiene que empezar.
SIN RESPUESTAS Y CON
MALOS RESULTADOS
Gimnasia tocó fondo. El equipo no encuentra el camino y siempre se impone la misma pregunta ¿qué importa, jugar bien o ganar ? Hoy todos dicen que el resultado es lo más importante y el Lobo se está quedando con las ganas de festejar. Para colmo en el último partido de local, el equipo no jugó bien y tampoco ganó, hasta ese momento Gimnasia de 27 puntos sólo habÃa logrado 7. En el análisis destacamos la imprecisión del arquero y de la última lÃnea, que hasta hace poco era una de las mejores del fútbol argentino, falta de claridad en las llegadas, centros reiterados, sin un creador definido y un par de delanteros sin convertir. Pero cuál es la diferencia entre éste equipo y el del anterior torneo, sólo dos o tres refuerzos más pero con un técnico distinto. ¿El problema pasará por el nuevo entrenador?, porque a lo mejor a los jugadores les puede costar entenderlo, o no hay el mismo feeling que existÃa con el D.T. anterior. Las conjeturas pueden ser muchas y a lo mejor cuando aparezca un resultado positivo todo se olvida, pero la alarma de está encendiendo de a poco y lo que se logró en el torneo anterior se esfuma de a poco. El grupo con cuerpo técnico incluido, que debe estar bien unido, tendrá la responsabilidad de salir del pozo que hasta ahora tiene algunos lados obscuros. El respaldo dirigencial al plantel está, sólo faltan los resultados, que los jujeños queremos que aparezcan para quedarnos por muchos años más en primera. Â
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