Los representantes del atletismo luchan desde hace 30 años por una pista que reúna las mínimas condiciones para la práctica del deporte madre. Después de dos oportunidades frustradas, ahora la pista sería asfaltada. Dicen que la tercera es la vencida.
      Si bien no es la solución total, los Corradini, Piloni, Derfler y compañía que ya tuvieron experiencias frustrantes con respecto a la pista, dicen más vale pájaro en mano. Pasaron muchos años y el lugar de competencia sigue siendo el mismo, con la tierra de siempre y con los esfuerzos de todos para marcar los andariveles cada vez que hay pruebas, o para rellenar el piso que quedó con baches por la circulación de algún que otro camión que transportaba materiales para instalar un circo o un parque de diversiones en el lugar. Pero ni la Federación Jujeña de Atletismo ni la secretaría de Deportes pueden decir demasiado cuando suceden estas cosas, porque la pista le pertenece al Regimiento de Infantería que, desde hace más de dos décadas, presta el lugar gentilmente. Entonces hay que agachar la cabeza y agradecer que los muchachos de verde ceden casi todo el año el escenario “olímpico”, el único en nuestra ciudad.    
      En los ochenta los dirigentes del atletismo creyeron haber encontrado la solución. Es que unos terrenos del barrio Villa Belgrano serían cedidos a la Federación para la práctica. El sueño estuvo a punto de convertirse en realidad, la provincia había aprobado los planos y sólo restaba el sí final, pero en ese momento algún director de Deportes que no tenía como fuerte el atletismo no vio con buenos ojos la idea y, con los papeles en la mano, nos quedamos sin pista. Ahora el terreno ubicado debajo del puente San Martín es una linda cancha de fútbol destinada a los veteranos que la visitan todos los sábados, rodeados por algunos asentamientos que sí pudieron quedarse en el lugar. Misión uno, frustrada.
      Estar a la altura de los demás atletas del país se hizo cada vez más difícil, a pesar que desde el RI 20 salieron varios campeones nacionales e internacionales. Pero después de los ochenta la mayoría de las pistas de atletismo del país se fueron modernizando y los jujeños nos quedamos en el camino. Hoy por hoy es casi imposible pensar en una competencia de alto nivel en nuestra pista, más allá de todo el esfuerzo que hagan los profesores Derfler y Corradini y la gente del RI por mantener en condiciones el lugar. Nuestra ciudad ni ninguna del interior  cuenta con una pista de atletismo que esté a la altura de las demás que existen en el país; sin ir más lejos Salta se anota con dos pistas de atletismo con el material adecuado, una de ellas con el famoso tartán que estuvo a punto de llegar aquí pero se quedó en otra provincia, ya que en los noventa el gobierno nacional, a través de las secretarías de Desarrollo Social y de Deporte, entregó al interior varias pistas de tartán -material sintético muy apropiado- y a Jujuy no llegó. Dicen los que conocen bien la historia que las peleas entre los directores de deportes de los distintos municipios cansaron a las autoridades nacionales y otra vez pagaron los platos rotos nuestros sacrificados atletas. Cómo no recordar a Fernández Meijide hablar del tema y cómo no hacer memoria de los argumentos de los que creían ser especialistas y hasta el día de hoy no deben tener idea de qué estaba hecha la pista que vendría a Jujuy. Pero como la historia era y sigue siendo pelearse por cualquier tema, con tal me opongo, picaban en punta los defensores del interior, que la perla de tal o cual lugar, que la ciudad del deporte y la mar en coche, que querían quedarse con el premio porque yo hice méritos y finalmente no quedó para nadie. Esa fue la segunda oportunidad. Misión dos, frustrada.
      Ahora los dirigentes de nuestra capital avanzan en un remedio que no cura del todo la enfermedad pero que puede ayudar para alargar la agonía. La pista del RIMEC 20 pasaría a ser de asfalto, obra que se haría antes de fin de año y gracias a los vueltos que dejará la construcción del puente Los Perales-Centro.
      El profesor Pablo Corradini, ilusionado con la noticia destacó que en caso de concretarse el asfalto de la pista estaría posibilitando dar un salto muy importante para el desarrollo del deporte, ya que se está trabajando en un proyecto en conjunto con las autoridades del 20, la Federación Jujeña de Atletismo, las secretarías de Deportes de provincia y Nación, y el ministerio de la Producción local”. Pablo, el dirigente nuevo de los Corradini, dijo que sería el sueño del atletismo jujeño de hace 30 años. No caben dudas que los pioneros de este deporte verán cumplidas parte de sus ansias: ver a chicos corriendo en una pista más o menos acorde a la época en la que vivimos.
      La obra será muy importante para el deporte jujeño, no solamente para el atletismo, teniendo en cuenta que la pista es usada por diferentes equipos de fútbol de nuestra ciudad , entre ellos Gimnasia (los árbitros que hacen sus evaluaciones) además de los diferentes establecimientos educativos.
      Por fin el atletismo recibirá algo a cambio de lo mucho que brindaron sus históricos y queridos dirigentes, como así también los incansables atletas que dejaron el sudor en cada pista del país y del mundo, logrando a pesar de todo, títulos nacionales y sudamericanos para nuestra provincia. Estamos cerca del primer objetivo, no hay que dejar pasar la tercera posibilidad. Después llegarán otras y a lo mejor en poco tiempo hasta el mismo asfalto pase a la historia, para recibir de una vez por todas la primera pista de un material que hasta ahora los atletas jujeños solo pueden pisar en otros lugares del país. Hay mucho entusiasmo, ojalá que esta vez se concrete.