La marcha de la experiencia política abrapampeña, tras la crisis del año pasado, es el tema central de esta charla en la radio con el intendente Herman Zerpa. Lector de Maquiavelo, sostiene que “las cosas buenas se hacen despacio” y habla de los avances en cuanto a la producción de llamas y lajas, como también de su lucha contra las viejas formas de hacer política y los dirigentes y funcionarios recalcitrantes que no dan tregua, sobre todo a quiénes “toman la política en serio”.

-Cuando asumiste, lo hiciste con fuerza y llegando  de una larga actividad social de base como la Red Puna. Muchos apostamos a que desde Abra Pampa se iba a plantear una manera diferente de hacer política. Te han golpeado fuerte, inclusive desde adentro del Gobierno...
-No hemos perdido ni las fuerzas ni el horizonte. Cuando uno tiene un camino y objetivos claros, por más que lo golpeen y que parezca que todo está perdido, no nos han robado el espíritu. Hoy están más calmadas las aguas. Creo que cuando nos metimos en política, hubo un choque muy grande de lógicas. Esta gente de la que hablo, de los que me han pateado las canillas, de los que me han pellizcado, que apuestan a mi ira, son los que tienen el pensamiento que no quiero tener. Esa es la visión, por supuesto, de los mediocres, de los estúpidos, de los inservibles. Pero creo que la sociedad piensa otra cosa. El año pasado fue duro, hemos estado posicionándonos desde el trabajo y la producción. Se consiguieron muchas cosas, que por ahí para la política de los inservibles, son intangibles; pero para la gente que está en las comunidades, para los que apuestan a la organización social, a la producción, a un gobierno participativo, las cosas están mejor por que toman el valor real de lo que estamos haciendo.

-Pero, ¿qué le pasa al PJ y a la UCR, con los inservibles con poder, que no pueden hacer construcciones políticas? No pueden crecer porque no saben, porque no les da, pero revientan todo lo que está a la vuelta, adentro primero. Atacan al gobierno desde adentro, por ejemplo...
-Imperceptiblemente a veces, muy evidentemente otras, lo atacan de distintas maneras. En forma de “apoyo” pero lo atacan. Nuestro equipo tiene la percepción de que hay otra sociedad, que no aparece, que no hace piquetes, que busca y tiene ganas de vivir de otro modo, de crecer.

-¿Cómo funciona el armado político que uno percibe que se está haciendo entre distintos intendentes y comisionados?
-Creo que nuestros mismos compañeros -también hay correligionarios adentro- están cansados y por eso nos estamos uniendo. Estamos tratando de pensar estratégicamente. Como dice el comisionado de Cusi Cusi, que tiene un proyecto binacional muy fuerte, y el otro día charlábamos con el intendente de El Aguilar también: no puede ser que todos los grupos que se arman son para apretar al gobernador, para conseguir un diputado, para obtener prebendas políticas. No nos sirve; tenemos que armar una mesa en donde nos pongamos a planificar, a trabajar, apostemos al desarrollo, a los nuevos dirigentes. No veamos fantasmas. Esa vieja lógica que realmente no entiendo. Porque has charlado con un radical ya sos radical; si has charlado con alguien del MORECI, ya sos del MORECI. Toda una caza de fantasmas que paran a la Provincia, que la joden. Hay buenas intenciones desde arriba y buenas desde abajo, pero lo que pasa en el medio es muy jodido.

-En ambos partidos se nota mucha gente muy cansada.
-Hay dirigencia que se está muriendo sola y sino, la gente la va a matar, lo digo metafóricamente, por supuesto. No se entiende que no entiendan. El mundo y la gente han cambiado. Te cuento que estamos haciendo para fines de noviembre un encuentro de trescientas mujeres con el BID y otras instituciones. Se llama “Mujeres, la política y el desarrollo”. Creemos que la mujer debe tener instancias de participación adentro de la política. Estos dos años hemos formado dirigentes (no aquel puntero que quiere prebendas), desde la formación política y también técnica. Hay comisionados municipales llegan  sin la más mínima idea de gestión y entonces, los matan y los dominan. Si yo no hubiera tenido un camino previo desde lo social, a los tres meses ya no estaba.

-¿Crece el tema de la llama en las comunidades?
-Por supuesto que sí. ¿De qué manera? A veces intangible. Primero, la carne de llama se ha cotizado y segundo, con ayuda de la gente de la Municipalidad de la Capital estaremos abriendo cuatro puestos en el Mercado Central para instalar una fiambrería y para mejorar la venta de carnes de la gente que vende en la subida de Moreno. Todo lo que se está haciendo en papa andina junto con el PSA y el INTA Abra Pampa. No es solamente la llama, sino todo un cúmulo de cosas. La Feria permitió posicionar a la llama, la carne subió de precio y se está vendiendo mejor. Con el contador Tobchi y el Consejo Federal de Inversiones, este año hemos previsto no hacer la Feria porque es una cuestión que te lleva tres meses, el acarreo de los animales es complicado y hemos decidido armar una pata de comercialización. Vamos a ir a Buenos Aires con productos, comidas, música, para presentar lo que será la moda artesanal. Estamos invitando a casas que venden ropa.

-¿Van a participar de la EXPO Jujuy?
-Si. Con el tema de las lajas, que es una veta importante a recuperar y en la que estamos trabajando con el director de Minería, Martín Sánchez y también con el CFI. Vamos a armar 90 familias aserradoras de laja. Hemos pedido a Infraestructura de la Nación asistencia para hacer adoquines en Abra Pampa; se está planificando. En Abra Pampa ya tenemos una cuadra que vamos a inaugurar en unos días, como muestra, pero vamos a hacer treinta y dos cuadras de adoquines de piedra que son espectaculares. Estamos en una etapa de capacitación, pero ya se organizaron cuatro cooperativas, los picapedreros están manejando sus propias canteras en cada comunidad.

-¿Con qué proyectos para adelante están manejando la producción de lajas?
-Trabajando en la cadena productiva. Atendiendo desde el hombre que pegue el primer picazo hasta que la laja pueda llegar a una casa o a un patio. Lo mismo la llama; si no hay agua, no hablemos de pullóveres ni de carne. La comercialización es un cuello de botella. Trabajamos con el secretario del Interior, Hugo Echavarri, tratando de unirnos para trabajar en conjunto.

-¿Pensás  que llegará el momento que se venda en los corralones de Jujuy o que se abra algún comercio específicamente para vender laja de la Puna?
-Pensamos en distintas estrategias con el CFI. Por ejemplo, Jujuy, el Noroeste argentino en general, compra mucha laja de San Juan y San Juan no tiene tanta variedad como la que tenemos nosotros. Entonces, ¿cómo podemos llevarla al Litoral’ ¿Cómo podemos venderla en Buenos Aires? Como buscamos con un objetivo claro las posibilidades de comercialización que se vayan explorando, con seguridad se van a transformar en una cuestión positiva.

-¿Bajó el desempleo en Abra Pampa?
-Con seguridad. No encontramos gente para la construcción. Justamente estamos haciendo un estudio con la Universidad de Jujuy, con la que tenemos una alianza estratégica. Sé que nos cuesta,  pero se está haciendo lo posible para contar con los estudios que  necesitamos, para tener números fundamentales. Cuando en un pueblo entran 5 millones de pesos, seguramente está comenzando a girar el círculo virtuoso, decía el Loco Guillermo (Snopek). Tenemos que tener números más exactos.

-Volviendo a la política partidaria: ¿cómo están las relaciones con el Concejo Deliberante?
-Ha asumido gente que no es de mi partido, que tiene otra visión, pero con ganas de trabajar y construir. No hay problemas. Con Marga Cabana, decimos que debemos apostar a una escuela para dirigentes políticos. Tenemos el proyecto armado, lo estamos haciendo a través de Nueva Tierra, que es una institución nacional, que está apostando fuerte al salto de los dirigentes sociales a la política.

-¿Sentís que estos dos años en la Intendencia fueron buenos?
-Si, desde la experiencia personal fue muy rica y a veces sufrida, pero para eso nos metimos. Sabíamos. Fue un aprendizaje para todos. Realmente se ve el crecimiento de la sociedad: cuando recién asumí, dije que teníamos que hacer un presupuesto participativo, miren que a la recaudación la vamos a compartir entre los barrios. Y los barrios me decían: intendente, usted nos está delegando funciones que son suyas. Entonces, tuvimos que retroceder y volver a caminar juntos todos los dirigentes barriales y el otro día, nos planteaban la bondad de hacer una gestión compartida. Hoy tenemos 70 mil pesos y yo les decía: muchachos, ¿hacemos la Terminal o hacemos la plaza?. Decidamos entre todos quien va a ser el juez de paz. Hoy se ve la bondad de la gestión compartida, asociada. Nos están visitando de la Universidad de California, que trabajan en Porto Alegre con lo que es presupuesto participativo. Vamos cambiando. Lo decía Maquiavelo: las cosas buenas se hacen despacio.