âEn toda América empieza un despertar respecto a la conciencia de la propia identidad.â La afirmación es de docentes de la Universidad de Luján, que en conjunto con la CTERA y organizaciones aborÃgenes de todo el paÃs, tanto rurales como urbanas, intentan otra mirada sobre quienes somos los argentinos, pensando en formas más honestas y reales de integración. Estuvieron en Jujuy para un encuentro con docentes en Tilcara y se acercaron a la radio, donde hablaron de esta experiencia que se propone conversar de identidad, de contenidos y de lenguas desde una perspectiva que valora la interculturalidad, propiciando modificaciones en el sistema educativo. Un diálogo con MarÃa José Vázquez del Instituto de Investigación de CTERA; la experimentada docente Marta Tomé (que, rotunda, dijo âabjuro de la sicopedagogÃaâ) y la lingüista Beatriz Gauldini, ambas del Departamento de Educación de esa casa de altos estudios y el dirigente de ADEP, Luis Bazán.
-¿Cómo entra la CTERA en el armado de esta experiencia?
-Vázquez: la CTERA viene desde el â92 haciendo encuentros en las distintas provincias con respecto a los pueblos originarios, un tema pendiente que tiene la sociedad y por supuesto el sistema educativo. Hay más que una deuda; una gran impunidad imperó durante tantos años con respecto a los pueblos originarios. En el 2001, nos encuentran a pueblos originarios y a la CTERA en un momento crÃtico para ambos. Para la CTERA, el Congreso decidÃa no apoyar el Censo por distintas circunstancias y los pueblos originarios en ese mismo momento, estaban tomando el Instituto Nacional de Asuntos IndÃgenas porque no se habÃa cumplido con lo que el Estado les habÃa prometido, que era una sensibilización de los múltiples temas que hacen a su existencia. En esa profunda crisis para la sociedad, los pueblos originarios a partir de este encuentro, sesionaron dos dÃas seguidos junto a un equipo del Instituto de Investigaciones. De ahà en adelante, realmente si la crisis, que era de la sociedad y del sistema educativo, los pueblos justamente desde sus preguntas, interpelaban muchas de nuestras prácticas y nos ayudaban a desnudar las caracterÃsticas de un sistema muy distorsionado. Asà que entramos en relación y empezamos a hablar de identidad, de currÃculum, de contenidos y de lenguas, no de lengua.
-Hace algunos años, Laura Vilte y otra gente, desde Tilcara, hicieron un trabajo para los chicos sobre los 10 mil años de historia de la Quebrada y yo pensaba que cómo podÃa ser que recién empezando el milenio tenemos un libro, un texto, de esas caracterÃsticas. Lo mismo respecto de la Lengua. Una cosa de locos....
-Gualdini: conocemos el libro, por supuesto, coincidomos absolutamente, es más frente al genocidio reciente, nosotros pensamos que habÃa que comenzar la historia un poco antes, porque cada genocidio que queda impune es el que permite que después se hagan los otros. En toda América, empieza a notarse un despertar respecto a la conciencia de la propia identidad e incluso, en pueblos como éste, donde desde afuera uno creerÃa que son los que están llevando la delantera, a veces no es asÃ, por ejemplo, recuerdo haber venido acá por el Ministerio de Educación a una escuela en la que, dentro de las preguntas que hacÃamos, estaba la de qué cantidad de aborÃgenes habÃa en el lugar. Y primero, el portero me dijo âtodos somos aborÃgenesâ y después la directora dijo lo suyo: âaquà no hay ningún aborigenâ. Quiere decir que el tema del reconocimiento de lo que uno es, la valorización de la propia identidad, parece que recién empieza. Como pares, nos vamos organizando y no solamente acá, porque hace varios años que nos estamos dando cuenta que tan solo si te colocás en un pie de igualdad para enfocar el tema, donde metés la pata, seguramente, pero la metemos todos juntos por que tenemos los mismos objetivos; donde nos largamos a escudriñar y elaborar temas que no conocemos, con ignorancia indudblemente, pero sabiendo que son temas que hay que encarar si o si, es que vamos a encontrar soluciones lógicas, coherentes, dinámicas, vinculadas a la realidad.
-¿Qué experiencias existen en otros lugares del paÃs?
-Vázquez: este tipo de temática existió desde hace 500 años, obviamente fue negada como bien sabemos. En las últimas dos décadas empieza a aparecer. Y no casualmente en la reforma constitucional de 1994 se les reconoce a los pueblos originarios la pre-existencia, pero viene empujada por las comunidades, por su resistencia y su lucha, lo que me parece que tiene que quedar claro; son ellas las que están peleando por entrar en este sistema, pero entrar con determinadas caracterÃsticas, con el reconocimiento pertinente, recuperando un pasado que es el propio, de enorme riqueza. Pero desde los años â70, empieza a darse esta lucha y en provincias como Chaco, Formosa, Salta, Jujuy, RÃo Negro, Neuquén, Chubut, aparece, por ejemplo, lo que en un principio se llamó educación bilingüe y hoy se llama educación intercultural y bilingüe con cabida en los organismos oficiales.
-Tomé: en los años â70, y me da vergüenza decirlo, yo era profesora de la Universidad y todavÃa no sabÃa que existÃan los aborÃgenes en las escuelas. Decidà irme a vivir al Impenetrable, Chaco, y allà trabajé con los WichÃs y el compromiso que se estableció, por lo menos para mi, fue de por vida. Yo decÃa: la culpa la deben tener mis profesores porque siempre me saqué buenas notas por todo lo que no sabÃa sobre la gente que vive en nuestro paÃs; pero ahora también pienso que tuve mis propias culpas porque, sinceramente, tampoco me di cuenta por aquellas épocas, al igual que la mayorÃa, de la cantidad de aborÃgenes que viven en las ciudades. A veces nos imaginamos que los que quedan de las distintas etnias, están en las zonas rurales, en el campo. Los mapuches tienen una estadÃstica reciente y saben que el 70 por ciento de la población de su pueblo está en la ciudad, lo que quiere decir, algo que ustedes saben mejor, que la cantidad de personas de los pueblos originarios que hay en San Salvador de Jujuy, debe ser muy grande.
-¿Y qué pasa en el Conurbano Bonaerense?
-Tomé: Una de las provincias que con fuerza está entrando en estos tiempos con toda esta temática, es la de Buenos Aires y ya no sé la cantidad de encuentros que estamos haciendo en conjunto con la gente en diversos lugares. En Los Toldos, por ejemplo, se desarrollan actividades con quienes podrÃan ser como un antecedente de población mapuche y en cambio, el cordón de La Plata y de casi todo el Conurbano, es más de emigración, en las que se da toda la compleja realidad posible de interculturalidad, pero igual siempre hay algunos grupos marginados. Más todavÃa; a nosotros se nos han acercado otras problemáticas que no tienen que ver con el tema aborigen, como son los pibes de la calle. O sea que, aparte, esto está atravesado por el tema de la pobreza, de la fuerte pobreza que se vive en Argentina. Pero volviendo a lo anterior, quiero hacer una consideración que tiene que ver con que las escuelas bilingües eran exclusivamente escuelas inglés-castellano o francés o alemán castellano y tenÃan una propaganda como para atraer a la población de cualquier origen. En cambio, los docentes solÃamos y solemos colocar âproblema de linguÃsmoâ cuando se trata de las lenguas aborÃgenes, como si no fuera mejor hablar dos lenguas que una. Es una verdad de Pero Grullo, sin embargo en el primer ejemplo es como que hay motivos para poder sentirse más elevado socialmente y en el otro, un motivo de vergüenza por el enfoque y la mirada social sobre el tema o se vive como un âproblemaâ desde las propuestas didácticas, como si hablar inglés fuera âmejorâ que hablar quechua..
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