Zafar de la promoción es mi obsesión. El Lobo se
quiere quedar en primera sin depender de nadie

      Dicen que soñar no cuesta nada y aunque los sueños se agrandaron en estas últimas fechas, el Lobo jujeño sabe que todavía falta para llegar con éxito al objetivo final. La meta sigue siendo y así debe ser, zafar del descenso directo y de la promoción. Es por eso que en esta película del Clausura, torneo en el que se definen muchas cosas, los jujeños forman parte del elenco, pero todavía no como actores principales. Por ahora son protagonistas secundarios de una historia que todavía no llegó a su fin y que como Rambo, Rocky, Harry Poter y otras, tiene varias partes. Claro que algunas veces también pasa, que algunos del reparto se roban el protagónico de la película a base de muy buena actuación, lo que se denomina una verdadera  “revelación”.  
      Eso es hasta ahora Gimnasia, una linda sorpresa, aunque muchos antes de que se inicie el torneo, ponían miles de fichas apostando al descenso de los “jujeños”. A pesar de que todavía falta, de algunos triunfos importantísimos y otros empates con sabor a derrota, el equipo está jugando bien y le complica la vida a cualquier rival, ya sea de visitante o de local. Ese es el cambio con respecto al torneo anterior, Gimnasia se animó a integrar un elenco de uno de los mejores teleatros del fútbol internacional, para salvar el papel que le habían encomendado  y hasta ahora lo está haciendo bien, como revelación es cierto, pero con la chapa de equipo difícil en su cancha y que roba algún puntito de visitante, cuando es necesario.
      La sensación que deja la actuación de los muchachos del Lobo, es que si siguen jugando de esta manera, llegarán casi con seguridad al objetivo final. El equipo también es muy respetado por sus rivales y ese es otro de los puntos que se mejoró en este campeonato. Aparecieron jugadores que  habían rendido a medias en el torneo anterior, se asentaron otros que adquirieron más experiencia y el técnico aprovechó los buenos momentos de sus dirigidos. El juego de Gimnasia es por momentos vistoso, pero cuando tiene que defender un punto con uñas y dientes, también lo logra. Está parejo en todas sus líneas y ante algunas lesiones o suspensiones, no se nota tanto la ausencia de jugadores que parecerían fundamentales en el esquema de Mario Gómez. Algo tendrá que ver el nuevo planteo del D.T que también se animó a más y copó de volantes la zona del medio campo que derrochan sacrificio, amor propio y despliegue por donde se mire. La línea de tres que se para en la defensa, está muy sólida y a pesar de circunstanciales variantes, quien entra responde, hasta los arqueros que pasaron hasta ahora rinden. Pasó en partidos fundamentales, caso Valdiviezo y Coronel que fueron piezas fundamentales en encuentros con equipos muy complicados, como Colón, Vélez o Gimnasia de La Plata. En la última línea la presencia que impone Franco Sosa es para aplaudir, cuando puede salir jugando lo hace, cuando tiene que reventar la pelota por el aire, también. Por otro lado es muy buena la adaptación casi inmediata al equipo del líbero Luis Medero, que siempre cierra lo que le queda al final, solucionando problemas que podrían transformarse en gol. Nada que decir de Ramón, que cada vez que juega, deja la camiseta mojada.
      Pero es casi seguro que el secreto de Gimnasia está en el batallador medio campo, con leones que se corren todo. El funcionamiento de los habilidosos y voluntariosos a la vez, es la clave para generar situaciones que comprometan al equipo rival. Quinteros, Ramasco, Damonte, Salas, Pieters, Oyola y otros más, parecen transformarse en fieras que salvo raras excepciones, se comen la cancha. El ataque tiene a dos tanques, que fueron encontrados después de tanto buscar, recién en este campeonato. Ese fue otro mérito del técnico, darse cuenta de la madurez de un Balvorín que ahora quiere aportar al equipo, como lo hizo y muy bien en la B Nacional. Gómez también apuesta a  Héctor Silva, goleador que también juega para el equipo, cuando no puede convertir, se desgasta en cada pelota que le toca jugar y eso se nota. Estos protagonistas se destacan en la mayoría de las canchas del fútbol argentino, apoyados por un cuerpo técnico que también cuenta con jugadores como García, González, Juárez, Kmet, Devallis, entre otros.
      Por todo esto el simpatizante lobo que no sueña en vano, compara las tablas de arriba y abajo, puede llegar a ilusionarse con ser campeón del torneo, ya que está a muy pocos puntos de los líderes, o puede preocuparse por el sube y baja en la tabla del descenso y la promoción. Y en este punto aparece la nunca bien ponderada “calculadora”, que se vende mucho más en ésta época, cuando se definen campeonatos. Párrafo aparte, me contaron  que el nuevo curro es instalarse en cercanías del Estadio 23 de Agosto y vender el aparatito que suma, resta, divide, multiplica y muchas cosas más. A los hinchas del Lobo les convendría eliminar de la maquinita todas las operaciones, menos la suma, que es a la que debe apuntar Gómez y sus jugadores, porque al final del torneo los empates se convierten en importantes, en la lucha por no descender. Hasta ahora el objetivo está cerca, aunque la cuenta regresiva recién se ha iniciado. Gimnasia está aprendiendo la lección y no ve la hora de rendir el examen final para aprobar las difíciles materias que se llevó a mayo, el descenso directo y la promoción.