Laberinto de dolencia jujeña
En Jujuy últimamente hay gran plantación
y brote de bombas. La gente progresa comprando
bombas de estruendo
y el comercio, vendiéndolas. Es su atención por favor
en la algarabÃa del bienestar.
Hay bombas impacientes por el triunfo del
"Lobo jujeño".
Bombas al comenzar cada encuentro. Y otras,
al concluirlo.
Hay bombas para honrar al Sr. de Bumburi
y a la extranjera Virgen de Urcupiña. Bombas
para nuestra patrona de RÃo Blanco
y para reclamar sueldos adeudados
por el gobierno (además de cubiertas quemadas,
bombos, sentadas, cortes, redoblantes, tamboriles)
y al mismo tiempo pedir su reelección.
Bombas porque no pagan y bombas porque pagan.
Otras de propuesta ignota o casi familiar.
Bombas para despedir el año. Bombas por la gracia
concedida. Bombas por la excelente atención
de profesionales y enfermeras municipales
impagos. Bombas para el Carnaval pero antes por el comienzo del Enero Tilcareño, bombas.
Bombas de Tantanakuy y "TakinTusun". Bombas
para espantar el granizo. Bombas para adorar
al Niño y en la coronación de la reina
de los Estudiantes, la del Mango y la del Quesillo.
A cualquier hora bombas para festejar las bombas.
En fin, hay un señor
dedicado a las bombas que va con su mortero
y cigarrillo.
Es al que más notamos en el silencio de Dios
y su eco.
Néstor Groppa, Libro de ondas (2000).
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