¿Por qué no he sido por ejemplo
un cafisho
rodeado por los escotes gritones de mis mujeres
aspirando el perfume de luces rojas?
¿Soy tan diferente
a lo que no heâsido?
PodrÃa perfectamente estar
pudriéndome en cualquier cárcel turca
por haber matado a algún idiota en una pelea.
Mis hijos duermen en la habitación contigua
y mi legÃtima esposa mañana
me despertará con un beso y me dirá te quiero
amor es un hermoso dÃa. Y yo
pienso en el otro que soy mirándome
tras los barrotes del calabozo
que jadea atestado de asesinos o
desde una esquina, apoyado contra la pared
mientras decenas de tacos altos escurren sus ecos
por las calles de la noche. Un hermoso dÃa amor y yo
que nunca podré saciar los lugares
que claman por mà como pozos hambrientos.
Jorge Accame
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