La desaceleración de la recuperación económica del país es el tema central de esta entrevista con el economista Humberto Quintana, quien también reflexionó sobre un problema crucial de nuestro tiempo: no sólo pensar en el hoy.

-Indudablemente -sostuvo Quintana- hemos tenido una crisis muy profunda en el año 2002, donde la capacidad de producción de la Argentina  se vino a los límites mas bajos posibles y de ahí en adelante comenzamos a tener una recuperación que nos ha llenado de optimismo, en parte motivada por factores externos como el precio de los productos agropecuarios; en parte por la devaluación que no se trasladó en toda su magnitud a los sectores sociales, se pudo controlar que no impactara tan negativamente en los precios, pero esa recuperación, por la que todos estamos hoy conformes, se va desacelerando por que los precios se van acomodando, y los internacionales ya no son tan favorables; y en el país ya no se pueden controlar como al principio; los salarios tienen que ir subiendo, ya no hay tanto superávit fiscal y por otro lado, las acciones de fondo, es decir aquellas que hacen a la estructura, todavía estaban bastante demoradas. Si bien hay cosas que en Jujuy las estamos viendo positivamente como es la infraestructura del paso de Jama y otros proyectos que están buscando ser financiados por organismos internacionales, también la buena relación del gobierno provincial con el nacional que abre algunas posibilidades de conseguir financiamiento para inversiones estructurales importantes, pero todavía esas acciones necesitan un acompañamiento más planificado.

-Pero yo no siento que haya un proyecto de provincia que se haya cumplido paso a paso. Pienso que por ahí tenemos golpes de suerte, como la buena relación de Fellner con Kirchner...
-La sensación que tengo es bastante coincidente contigo en el sentido que me parece que los actores políticos muestran mucha predisposición a encontrar la oportunidad para lograr las cosas que sin trazarse acciones en función de una meta de  mediano y largo plazo, creo que en ese sentido hay actores privados que sí tienen proyectos de provincia, hay otros actores públicos que tienen otro proyecto d provincia antagónico, que no son gobierno pero que presionan. Lo vemos también con la experiencia de Bolivia donde hay distintos proyectos de país y una atomización. Jujuy no es el caso de Bolivia pero hay también proyectos antagónicos. El gobierno aprovecha la coyuntura y va hacia donde esos vientos favorables lo llevan y en ese sentido, los actores privados que tienen su proyecto están tratando de arrimar esas ideas y esas acciones para favorecer a ese proyecto de provincia.

-El tema de los sueldos en el sector privado es más complejo, pero a veces me pregunto por qué el Estado no aumenta más los sueldos...
-Nada es gratis, si alguien hace algo a favor de un sector, necesariamente empeora a otros, entonces si aumentamos los sueldos, favorecemos con la alegría de todos a los trabajadores y a los comerciantes que podrían encontrar en los trabajadores compradores de los productos que venden. Pero que ocurre que para financiar ese aumento de sueldo el estado y las empresas requieran recursos y esos recursos requieren a su vez que la autoridad monetaria emita dinero y eso genera procesos inflacionarios. Entonces, lo que se mejora en sueldos para mejorar la capacidad adquisitiva, la inflación rápidamente se lo come y no se puede avanzar en las dos direcciones al mismo tiempo. Quien hace política debe tratar de compensar o equilibrar las variables de la economía que como decía, lamentablemente, ajusta en una, desajusta en otra.

-Hay muchas reuniones, movidas y acciones en el sector empresarial ¿basta eso?
-Creo que la capacidad de actuar es limitada también. Es poco si se quisiera atender a todo lo que se puede hacer. Sin embargo, son personas limitadas que tienen sus cosas que hacer y se hace lo que la realidad nos permite. Pienso que se va avanzando al ritmo que se puede.
-Dice un oyente:” hasta que no mejoren el nivel de empleo no va a mejorar la provincia ni el país”...
-Es cierto, no puede haber contrato social donde hay alguien que está perdiendo. El contrato social funcionará en la medida que todos tengan reglas de juego que le permitan sentirse bien y convivir en paz. Si hay alguien que está perdiendo, como es el desempleado, el excluido social, indudablemente que comienza a resquebrajarse y la posibilidad de construir una sociedad mejor se hace cada vez más vidriosa. Es lógico que no va a haber ninguna perspectiva futura en la medida que no se dé solución a estos temas que, en parte, viene con el crecimiento económico, pero con él solo no se resuelve todos los problemas de la gente. También es necesario un conjunto de acciones estrictamente en lo que hace al desenvolvimiento social.

-Hoy hay en Jujuy organizaciones sociales que van creando como un estado paralelo, todo bancado por los gobiernos nacionales y provinciales. ¿Cómo se sale de eso?
-Hay tendencias en la transformación social que van marcando hacia donde vamos. Yo distinguiría lo que es la tradición argentina y lo que es proceso mundial del cual Argentina no escapa. En la tradición argentina, la vocación de los actores siempre ha sido hoy, el corto plazo, entonces, ninguno de los actores políticos de todas las corrientes que hay, incluso de actores empresarios también, piensan en la Argentina del largo plazo, lo que produce un canibalismo momentáneo. Luchan por el espacio de hoy. Pero es también una tendencia mundial. En el sistema capitalista que es que la concentración y la mayor eficiencia económica que se va logrando va generando exclusión social y entonces, va fragmentando la sociedad y esa fragmentación va llevando a sistemas jurídicos diferentes, compitiendo entre sí. Hay un estado encargado de garantizar el desenvolvimiento del sistema capitalista pero como ha excluido a una parte importante de la sociedad, esa sociedad se va auto-organizando bajo otra forma, que no es la misma que dio origen al capitalismo. Entonces, vamos teniendo dos o muchos estados dentro de una misma nación y esto es algo que está pasando en muchos países del mundo.